Sentí tus manos temblando y tu corazón acelerado, me ocultabas tu mirada, porque temías verte delatada, es que estabas enamorada…
Sentí tu ternura, se te escurría por las manos y tus besos emanaban miel y sobre tu piel escribi versos de infinita paciencia, ante la impaciencia de amarte.
Oxwell L’bu
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