Estoy tratando de interiorisar, lo que ven mis ojos, pero el viento sopla impetuoso, provocando un leve oleaje en el agua, que se me olvida por un momento que es un lago y me siento frente al mar...
Un mar de agua dulce, un mar donde las gaviotas se pasean como señoritas coqueteandole al sol, que entre dormido y despierto, esta embuelto en una bruma. Siento el viento en mi rostro y es como caricias frescas, como silbidos del silencio o como suspiros que se escapan.
Un canto, una cancion empieza el viento a susurrarme al oido, escuchó los violines de mis deseos que siguen la tonada que les da el piano de mi emoción, entonces retumba mi corazón y el lago recobra su quietud.
A pasible y sereno el lago, refleja los sueños del cielo y parecen besarse en el horizonte, horizonte donde se pierde mi mirada.
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