(Encuentros furtivos)
Hay un aroma que se asoma
y los apetitos de las ganas,
reconocen y sienten
sin importar la distancia.
Muy temprano, yo salgo
a su encuentro,
porque es la droga o
medicina que me
exige el cuerpo.
Y para mi alma,
es el extasis y la calma,
es mi paz y mi guerra,
es ese deleite por
el que mi vida se aferra.
Yo, eso es lo que quiero,
un delicioso mañanero,
que eleve mis sentidos
y acelere mis latidos...
Un mañanero junto a ella,
que me haga ir
por una estrella
y ponerla en su diadema.
Un beso con sabor a café,
un amor con su aroma,
un encuentro furtivo
que deje impregnado
en mi su presencia.
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