lunes, 20 de junio de 2011

***La Mujer del Poeta***

***La Mujer del Poeta***
Cuantos le dijeron:
No sigas esa estrella.
ese es solo un vividor,
un hombre sin futuro,
...sin destino un eterno
peregrino…

Pero ella que podía hacer,
si él con solo mirarla
la hacía estremecer,
si con solo rozarla
le dejaba el alma vibrando.

Ella se enamoro,
él nunca nada le prometió,
no le ofreció una estrella
y ni siquiera la promesa
de un mañana…

Aun así una noche de luna
llena como loba en celo,
a su macho se entrego.

Sin títulos de propiedad,
mas a la luz de la verdad,
aquella noche con sus manos
tocaron el infinito.

Con sus caricias hizo florecer
esa rosa en su vientre…
Y aun que muchos dijeron
que era demente…
El Amor abrió el camino.

Hoy… Del poeta ella
no sabe nada,
mas no se siente abandonada,
porque él nunca le dijo que
se quedaría…

Ella no lo espera…
Porque él nunca prometió
que regresaría…
Ella vive por esa alegría
de saber que algo de él
crece en su vientre.

Todos los días le canta,
las canciones que él,
al oído le susurro…

Acariciando su vientre
al fruto de sus amores
le dice: ¡Tu padre
es un poeta!
Yo te concebí mientras
el escribía sus más bellos
versos sobre mi piel.

Fue mi cuerpo el papel
donde dejo plasmada
su poesía…
Fue mi vientre el campo
donde el planto su semilla.

Eres Tu el fruto de nuestro
Amor y de esa oración
que cada día ofrecía
en mi corazón.

Toda la magia de sus versos,
todo su amor yo lo recibí…
Y fue como un torrente de miel,
algo que eriza la piel…

Porque no fuiste concebido
en un descuido…
Ni mi entrega la entrega
de una mujer de busca
marido…

Lo nuestro fue libertad absoluta,
esa que se disfruta más que
cualquier fruta…

¡Yo soy la mujer del poeta!
Tu eres el hijo que siempre
mi vientre invoco
y Dios no se equivoco,
porque de todo lo que él me dio
tu guardas la esencia.
Oxwell L’bu

Imagen Internet

***El Regreso del Poeta***

***El Regreso del Poeta***
Su viaje fue una odisea,
mas no buscaba musas,
más bien intentaba escapar
de ellas…
...
Cruzo el mar y las encontró
vestidas de sirenas…
Surco los cielos y vestidas
de ángeles le cruzaron
el vuelo.

Vacio su mente de letras,
frases y versos,
pero aun así su corazón
seguía conjugando verbos
desconocidos.

Se fue muy lejos,
Pero por lejos que se fue
nunca consiguió escapar
de su verdad.

Y un día sin previo aviso
decidió regresar,
a donde sabia que nadie
lo iba a esperar.

Con paso lento se dirigió
a aquel lugar que tantas
veces lo vio marchar,
sabiendo que regresaría.

Iba silbando por el camino,
con la alegría de un niño
recitando en voz alta,
la letanía de los versos
que le acompañan.

Había en su corazón
una alegría que no conocía,
había en sus versos es melodía
con armonía.

Regresaba ¡Feliz! De no haber
encontrado lo que busco,
feliz de regresar al mismo lugar
del que nunca se despidió.

Con los zapatos con un agujero
en la suela…
Con el pantalón repleto de polvo
y en su piel la faena de todos
los días.

Al llegar lo primero que hizo
fue buscarla…
Aun sabiendo que ella no lo
esperaba.

La encontró en el mismo lugar,
pero ya no era ella…
Siendo ella había en su vientre
una estrella que sus sentidos
eclipso.

Sin decirle nada él la abrazo,
ella correspondió y su
vientre en ese instante
vibro…
¡Mi hermosa doncella!
Hoy estas más bella,
que creo que he muerto
porque mis manos han
tocado el paraíso.

¡Por Dios Santo!
Yo que siempre fui
un barco a la deriva,
por fin encontré el ancla.

Yo que siempre fui fugitivo
hoy me hice cautivo de mi;
no me preguntes que cambio
porque no lo sé…

No me preguntes si te amo
porque en tu vientre
crece mi respuesta.

No hay nada que nos ate,
pero nadie desata lo que
unimos tu y yo.

Volví y no sé si fue para quedarme
pero si un día volviera a partir
te llevaría junto a mi porque
tengo la convicción que sobre
otra piel no encontrare la inspiración,
como la encontré en ti.
Oxwell L’bu

Imagen: Internet