domingo, 14 de junio de 2020

Ante la evidencia de un sentimiento

Más que quererte, quiero perderme en ti,
sentir que no tengo pasado, porque mi vida
empezó el día en que te conocí...
No, no quiero redundar, diciéndote lo que
quizás ya te dijeron, prefiero que lo sientas 
así intensamente, al punto que eclipse
tú corazón y tú mente.

Si, ya se que te aconsejan que te alejes de mi,
que un tipo como yo, no va a ninguna parte;
que no soy el mejor partido, que no tengo
fortuna, ni apellido.

Pero ellos que saben del amor, si siempre
le han rehuido; pues cuando el corazón
por alguien les ha latidos, el miedo lo
ha detenido y son de esos que buscan 
relaciones de conveniencia, donde
se requiere ser un buen actor,
para fingir amor.

Si, ya se que en las reuniones sociales
soy el gran ausente, porque yo no encajo
allí donde todo se finge y no sirvo para
perder el tiempo con quienes solo restan
y no aportan nada a la vida.

Si, ya lo sé, que no soy del gusto de tus
amistades, porque le he dicho unas
cuantas verdades, con amabilidad
y algunos son de esos que les gusta
llevar contabilidad de las faltas.

Tú sabes que yo no me encasillo,
ni me dejo etiquetar, porque para amar
hay que vivir en libertad...
Porque el amor es como un pajarito,
que mengua en la jaula de las apariencias 
y muere donde la hipocresía 
quiere gobernar.

Yo se que tú no prestas atención 
ha esos que quieren infectar tu corazón,
con el virus de la rutina y el sin sentido,
yo se que estoy presente en cada latido,
porque somos dos corazones que se han unido
abrazando un mismo sentimiento.

No necesitamos demostrarnos nada,
pues ante la evidencia del amor,
el ser toma conciencia de lo que quiere
y lo que le da sentido a la existencia.
Oxwell L’bu copyrights 2020


Ese hombre a quien nunca conocí

***Ese hombre que nunca conocí***
Mi abuelo, el señor de elegante 
porte y con sombrero,
ese hombre que nunca vi,
pero a quien conocí,
por las hermosas historias,
que contaba la abuela.

Decía que era un hombre
elegante pero sencillo,
elocuente pero afable,
enérgico pero amable.

Cuando ella hablaba de él,
le brillaban los ojos
y aunque se asomaba
un dejo de tristeza,
también su rostro se
iluminaba con el sol
de su sonrisa...

Sería por eso, que 
después de enviudar,
no se volvió a casar;
porque decía: yo no
necesito de alguien para 
olvidar a quien el resto
de mi vida quiero recordar.

Es que ella sabía, que la
peor traición, es la que se
cometa contra el propio
corazón...

Ella decía, que yo tenía 
su forma de mirar
y que quien se iba imaginar,
que su locura iba a heredar,
que es como una pizca
de sal, para la vida.
Oxwell L’bu copyrights 2020

Ese amor....

***Ese Amor...***
Vas pisando a fondo,
el freno y el acelerador,
frente a ese amor,
al cual habías renunciado 
a vivir, sin percatarte,
que tu corazón no ha 
dejado de latir.

Vas descubriendo cosas,
que no sabías de ti,
es que ese sentimiento,
te ha desnudado,
dejando al descubierto,
tu esencia, tus encantos 
y deseos.

Tú que jurabas que el amor
ni existía, que era pura fantasía,
o producto de la poesía,
pura cursilería...
Hoy sientes sus arrebatos
y te sorprendes entre garabatos,
escribiendo su nombre.

Besas las rosas de tu jardín
te embriagas con su aroma
y ese volcán que yacía dormido
en tu vientre, despierta de repente,
entrando en erupción y sientes,
su lava ardiente recorriendo,
todo tu cuerpo atreves de tus venas.

Hoy la soledad se va,
ha levantado campamento,
te ve con el corazón contento,
te deja en buena compañía
y aunque en la vida.
no hay garantías...
Es mejor atreverse a vivir.
que luego lamentar,
el ver esos momentos escapar,
momentos que le dan,
significado a la vida.
Oxwell L’bu Copyright © 2017