Si yo tuviera esos versos hermosos,
con los que enamoran los poetas...
Si yo pudiera arrullar un corazón,
con las coplas de una canción...
No precisaría de tratar de explicar
un sentimiento, que por si solo,
es sublime y profundo.
Pero la dama, precisa de palabras,
aunque a veces diga, que a estas
se las lleva el viento...
Porque, que mujer, no se siente estremecer,
cuando las palabras trinan en su pecho
o cuando en el lecho de amor, antes y después del amor, la hacen sentir amada
y acariciada con palabras.
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