miércoles, 3 de junio de 2020

Sin razones, ni motivos...

Como un niño en una dulcería,
se engolosinaba contemplando su belleza...
Y le sobraban los motivos para quererla,
porque ella se hacía querer, que aún un ciego,
podía percibir la belleza de su alma.

Y ante tal evidencia, quien necesita de razones
y motivos, para justificar un sentimiento,
que crece alegremente y sin control,
como la hierba.

“El encanto de un verso”

“El encanto de un verso”
Mis versos son tímidos, como una rosa en medio de la maleza, a la cual su aroma la delata...

A mis versos no les preocupa rimar, sino de alguna forma tocar vidas, mis versos viven despreocupados de las formas y métrica, porque ellos nacieron libres y libres quieren vivir.

Por eso mi poesía, no tiene compromisos con las ideologías, no responde a filosofías, ni pretende enamorar, porque eso es efímero, sino viene acompañado del amor.

Mis versos son la expresión, de un libre sentimiento, la voz de una canción y cada letra un sístole del corazón... Mis versos, son triviales, sencillos y profundos. No los limitan las vivencias y no están atados a experiencias, pues las trascienden.

Ojalá mis versos fueran inmortales, aunque dejen de ser míos. Pues nunca los he considerado míos en el sentido de propiedad, sino en el sentido de mutua pertenencia, yo les doy la libertad, porque ellos me ayudan a ser libre.
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#poesia