Le confiscaron la pluma
al poeta…
Del tintero la tinta,
al suelo se derramo.
Escribió tanto,
más al parecer ni uno
solo de sus versos.
trascendió…
De que le sirvió lanzar
sus coplas al viento,
las cuales el vacio de la
indiferencia lapido.
Le ha escrito a las cosas
mas sencillas,
a esas que se ignoran
pero que son importantes.
Sus versos han ido a parar
al lodo del olvido,
son como muertos en una
tumba sin lapida.
Que más le hubiera valido,
escribir para conquistar
y enamorar el corazón
de las flores del jardín.
¡Ah! Que ingrata vocación,
la del poeta…
Que nunca en su tierra
será profeta.
Aun así le queda el consuelo,
se saber que todo lo dio,
que nada se guardo,
aun que el corazón se le vació.
Oxwell L’bu Copyright ©2012
