Solo ámame...

Mujer, solo ámame,
sin cuestionar, mi forma de ser,
sin procurarte garantías,
que mira, que si la felicidad existe,
son precisamente la sumatoria
de momentos así...
En los que se habré de par en par
en corazón y no se busca una razón,
sino un sentimiento...

“Noche de desveló”

“Noche de desveló”
Está será una noche de desveló y no puede ser de otra forma, pues la luna se ha apoderado de la noche; no, no se ve ninguna estrella, porque esta noche es para ella.

Los grillos llevaban días ensayando, las flores se ha engalanado y al parecer la luna se ha enamorado, porque nunca brillo como hoy.

Pese al toque de queda, salí a contemplarla, se me figura una hermosa doncella, que sale por primera vez a una fiesta. Yo no sé, si está vestida o desnuda, pero la noche la celebra.

Esta será una noche de desveló, quiero llenarme los ojos con su luz, quiero llenarme de su inspiración y quien sabe quizás está noche nazca una canción.

Y quien está noche podría dormir, si por momentos así, uno espera toda una vida. Desde la soledad de mi habitación, ella se cuela por la ventana y brinda junto a mi por momentos así.

El vino excita la memoria y algo más... Y pese a la soledad, no siento ese frío en el alma, por el contrario me siento acompañado a pesar de que no hay nadie a mi lado.  Al parecer la luna al pasar la media noche se convierte en ángel o mujer que a la soledad hace desaparecer, por eso esta será una noche de desveló.
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#lunallena

***Cuando lee mis versos***

***Cuando lee mis versos***
Ella tiene una luz en su mirada,
luz que resplandece, aún
cuando cierra los ojos.

Pero cuando lee mis versos,
con chispitas de luz,
baña cada frase, cada verso
y se apodera de mi poesía.

No sé lo que ella descubre
en mis versos...
No se que parte de mi
queda al descubierto.

No lo sé, porque mis versos
a veces me son adversos,
delatan sentimientos y pensamientos,
que uno quiere mantener en silencio.

Pero ella hace suyos mis versos,
cuando los lee con su bellos ojos,
lo hace también su corazón
y siente que en mi poesía
yo la hago mía, solo mía.

Y me  hace sentir como un niño
al descubierto, que no sabe
que decir, pues a ella le gusta
presumir y le dice a su confidente
lo mucho que el, la ama.

Sin sospechar que su confidente
y quien escribe, soy yo...
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