martes, 3 de marzo de 2020

Ha caído la noche...

Ha caído la noche y el alma gime con el mismo reproche... El sol se retiró a descansar y en su lugar, una luna celosa, me observa en mi ventana. Los grillos afinan sus violines y los sentimientos como delfines saltan en las latitudes del universo, donde quizás un verso sea el eco de lo que las palabras no pueden expresar.

Ha caído la noche y como un enjambre de luciérnagas, los recuerdos revolotean entorno al corazón... Porque allí encuentran la fuente de su luz, luz que tiene el brillo de sus ojos y el sonrojo de su mejillas, cuando la sorprendía mirándome.

Ha caído la noche y tú recuerdo es como un sueño desdibujándose, como queriendo adquirir una nueva realidad, una dónde no exista la ausencia y todo este poblado de su presencia.
Oxwell L’bu copyrights 2020

Lo supe...

Lo supe, desde antes que empezara nuestra historia, que una historia así, no se puede repetir... Cuando me invade la ausencia y lentamente la soledad se acomoda junto a mí, pienso que mejor nunca hubiera empezado, si iba a terminar así, tan abruptamente, así tan de repente, como acaba la vida.

Porque donde hubo luz, hay una densa obscuridad, donde hubo calor, solo hay frio de ausencia, es que todo reclama tu presencia.

Pero luego recapacitó y en verdad, que importa que solo durara un momento, si por un momento así, se entrega la vida, si por un momento así, ha valido la pena vivir, pues si el amor ha de existir, nuestra historia es su perfecto reflejo.
Oxwell L’bu copyrights 2020

El tulipán que quiso ser estrella

El tulipán que quiso ser estrella

El invierno se eternizaba y aquel tulipán, en su trinchera temblaba, los días eran cortos, cortos y las noches largas, largas, el viejo del invierno, mojaba sus barbas. Hasta que un día, sutil y decididamente la primavera irrumpió, como irrumpe la luna en las noches.

Los tulipanes cuál tropas escondidas en sus trincheras, empezaron a asomar sus cabezas verdes, verdes como soldados rasos, sin insignias, ni estrellas. Hasta que al calor de las batallas de la vida, los tulipanes deciden salir plenamente de la tierra y cuál cadetes entre filas se colocan sus birretes y bonetes, así como sus mejores galas, para ir gallardos al desfile.

Pero uno de ellos, estiraba el pescuezo, no porque quisiera ser más alto, sino porque se había enamorado de la luna y su amor crecía como espuma. La miraba tan lejana, tan lejana, que la sentía tan inalcanzable y pensó que lo mejor que podía hacer, para acercarse a ella, era transformarse en una estrella.

Por lo que tomó su bonete, lo moldeó como  barrilete, sus compañeros, pensaron an arrojarlo en un retrete, pero al verlo tan enamorado, decidieron hacerse cómplices de aquel amor, que parece palidecer cuando llega el verano y parecía ausente en el otoño y que se enfriaba en el invierno, pero la tierra con su amor materno, sigue abrigando a aquel tulipán que cada primavera, quiere ser estrella.
Oxwell L’bu copyrights 2018

***Un punto en el universo**+

***Un Punto en El Universo***
Sé que solo soy  un punto,
en el universo,
escribiendo versos mientras
cae la tarde…

Sin cartas de presentación,
mas con mil sueños en el corazón,
que sueña con los ojos abiertos
y los sentidos despiertos.

Porque soy un soñador aterrizado,
al que las vicisitudes de la vida
no han domado…
Aun que el destino lo ha traicionado.

Rebelde por naturaleza,
pero sin esa torpeza,
de hacerse enemigo
de la vida…

Porque ella es la musa mayor,
la fuente de la alegría,
la que almidona la camia blanca,
que visto con el traje azul descocido.

No soy el mago…
Ni tengo la pluma del hechicero…
Solo soy aquel que escribe locuras
y sobre aquello que quiero.

Algunos me califican de iluso.
porque quizás soy el intruso,
que recoge los ecos de las voces
que van quedando en silencio.

Paridor de ideas que no encuentran,
presupuesto en este mundo,
trovador, bohemio y vagabundo,
que busca entre lo trivial y lo profundo.

Vivo enamorado de la vida,
soy contemplador incansable del universo,
que no es por salario que escribe un verso,
sino porque lo inspira aun lo adverso.

Admirador enamorado de la luna…
que va de viaje sin ticket de regreso,
pero que escarba en la nostalgia,
allí donde se conservan los recuerdos.

Amigo de la sinestesia que es como
un analgésico para las penas,
que vibra como las teclas morenas
de una marimba…

Visiones azules que saltan como delfines,
en el océano de la imaginación,
donde un verso va tomando forma
de canción…

No tengo bajo la manga un as,
ni precisó de un disfraz,
para ocultar lo que siento,
aun que hay sentimientos que guardo.

Si me ponen en un pedestal…Me bajo
porque ¿Díganme? Qué carajo es un hombre
para que otros se postren ante él.

Soy amigo de la soledad
y no rehuyó de ella…
Pero también me delito de una
agradable compañía.

Es la soledad la voz que nadie escucha,
donde resuena la canción que nadie canto,
el verso que nadie escribió…
y la presencia del que todo creo.
Oxwell L’bu Copyright ©2011

Los selfies...

Los SELFIES son la viva expresión de protagonismo que todo ser humano busca en la vida… Porque un que algunos se sientan solo a observar y tristemente a criticar, todos necesitamos trascender. Si esa capacidad de sonreír, de vivir de ser nosotros mismos cuando nos autotamamos fotos con un celular, la pudiéramos trasladar a nuestra forma de vivir, quizás no recibiríamos tantos likes, ni nuestra imagen correría por las redes sociales, pero es seguro que lograríamos una vida mas plena y recibiríamos no un like, sino un “ME ENCANTO” del Creador.
Oxwell L’bu copyright2014