Al ver a una estrella pretender
acercarse sigilosa para darle
un beso de luz a la luna…
...Al ver la gracia con que el ruiseñor
se acerca haciendo malabares a una flor,
para probar las mieles de su amor…
Me pregunto: ¿Cómo se puede pretender
robarle el corazón a una mujer
sin cortejarla?
Aunque a veces cortejar a una mujer,
es como pretender bañar a un gato,
es como querer descifrar un garabato.
Porque la diferencia entre un hombre
y una mujer no se resume yendo a buscar
lo que se encuentra bajo del ombligo.
Ya que a ella un buen mozo
la puede atraer, pero eso no logra
a su corazón convencer…
A ella se le puede cantar y recitar poesía,
pero sin esa luz que trasciende las palabras
difícilmente se eclipsara su corazón.
Porque para cortejar a una mujer,
es preciso más que pretender conquistarla
hay que jugarse el corazón sin dejar naipes
en la manga.
El cortejo es como el aire en una relación,
en la cual los leños no arden porque
el oxigeno es parte de la combustión.
Porque cortejar es un arte que la naturaleza,
no ha obviado porque todo lo que ha sido
creado, fue hecho por Amor.
Oxwell L’bu Copyright © 2011
Imagen: Internet
