martes, 30 de mayo de 2017

"Doña LUCY FERnadez III"

Doña LUCY FERnandez "
(III parte:De boca en boca )
Quién carece de carácter para hablar, opta por murmurar y quien desea ocultar sus defectos y manías crítica a los demás...

La navaja de la censura, había cortado de tajo, las leguas de aquellos cuya manía era siempre estas hablando de los demás y principalmente de aquellos, que despertaban su envidia...Doña Lucy en medio de críticas y comentarios, mal intensionados se habría paso entre Ave Marías, esas interminables letanias y los Dios te salve...Pero a ella fue el cura, quien  la salvo, pues la junta directiva a sus espaldas decidió, declararla como persona, non grata, pues la vieja rata aprovecho que el cura se ausento y haciendo uso de sus poderes plenipotenciarios y hereditarios,  a una junta de emergencia convocó  y por unanimidad(bueno salvo una ausencia y otra abstinencia ) la junta decretó
que LUCY FERnandez era una emisaria del demonio, motivo por el cual, no pasaría por el purgatorio, sino se le enviaría derechito al infierno sin importar que fuera invierno.Es que la exagerada belleza de Doña LUCY ya no era una tentación, sino una total perdición pues por mas que ella procuraba, vestir con se con sencillez  y sobriedad sus encantos se emborrachaban y salían a rumbiar para deleite de los barones y la envidia de las damas.

Al enterarse el cura, con temple y caridad, llamo a la corrección fraterna y poniendo ejemplos irrefutables de santas y mujeres de la biblia como Ester, les hizo incapie, de que la belleza en una mujer , no es una maldición sino una pincelada de inspiración divina.

Así fue que ha regañadientes, la flamante presidenta y su comitiva, se vieron obligados a remover la noción y ha aceptar que Doña LUCY ya bastante tenía, con el dolor de haber en viudado y con ser la viuda más joven de la comarca..

Apesar de ello, las malas lenguas, decían de ella, que ella era la responsable directa de la epidemia de divorcios y separaciones, del escupelo que la mayoría de patojos exhibía, todo eso sin mencionar la jauría de pretendientes que la seguían, así como la taza de embarazos que se dio, desde que la susodicha enviudo.
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