Lo vi pasar con la ilusión de un niño,
comprar con cariño, aquellas flores;
lo vi con la prisa del adolescente,
al que un día de repente,
lo sorprende el amor.
Aquel hombre me sorprendió,
con el vigor de la juventud,
corría para encontrarse,
con su amor...
Un amor que se le notaba,
el brillo en sus ojos lo delataba.
Aquel hombre me sorprendió,
mandaba mensajes con su celular,
tenía prisa, no podía esperar...
Llevaba en el corazón la alegría
y entre sus manos la primavera.
Ella lo esperaba con la aurora
en sus ojos, él la acariciaba
con la mirada...
El llegar a ella, la beso efusivamente,
la abrazo con todo su ser.
Luego caminaron de la mano,
por el bulevar de la ilusiones;
a los pocos días me lo volví
a encontrar y no pude evitar,
preguntarle.
Más no necesite, formular la pregunta,
viéndome a los ojos, me dijo:
-No esperes a llegar a mi edad,
para vivir con intensidad,
para besar efusivamente,
hasta besar el alma.
Oxwell L’bu copyrights 2019
