lunes, 20 de abril de 2020

***Mi gato azul***

***Tuve un gato azul***
En esos años de la demencia
de una bella adolescencia,
en esos años de ideales
e inconsistencia...

Tuve un gato azul
que no solo me acompaño,
fue mi cómplice y mi amigo
y porque no hasta mi confidente.

Vivía enamorado de la luna,
con insistencia la esperaba,
desde el anochecer hasta
dar la madrugada.

Lo recuerdo, si, como
si hubiera sido ayer...
Pero a pasando tanto tiempo,
el gato ya no está y sin embargo
sigue allí...

Yo me subía al tejado,
solitario más enamorado,
escribía versos, escuchando
a Roberto Carlos y contemplando
junto al gato a la luna.

Fue ese gato, mi gato azul
el mudo testigo de mis primeras
ilusiones, de mis intentos
de canciones y el que persiguió
a los musas, pensando que
eran golondrinas.

Ah ese gato cuantos
versos se comió, cuantos
intentos de poesía correteó;
aún así lo extraño como se extraña
la adolescencia, la juventud.

Aunque no lo he vuelto a ver,
en lo Claroobscuro de la noche,
sigue acompañando mis intentos
de poesía, sigue persiguiendo
el eco de mis canciones y siendo
testigo de mis sentimientos
y emociones.

Hoy sigo escuchado
a Roberto Carlos y cuando
Su gato en la obscuridad,
se asoma, mi gato azul,
rompe el Claroscuro,
del recuerdo y se pone
junto a mí.

Le gustan los tulipanes
como a mi, sigue contemplando
a la luna junto a mi...
Se pone a saltar cuando escucha
Jesuscristo, como si quisiera
también cantar.

Yo sigo fiel a la luna,
ella me abraza en la soledad
y aguarda a que mis versos,
se conviertan en poemas
o canciones, que son esa
golondrinas que anidan
en los corazones.
Oxwell L’bu copyrights 2020

***Pasiones difusas***

***Pasiones Difusas***
Con el ímpetu de un huracán,
con la dirección de un tifón,
te acercas a mí…

Siento el rose de tus pezones,
que son como cúspides
de  volcanes en erupción.

Tu piel me quema…
Siento como tiemblas nena.
cuando estás aquí.

Mis manos son como abejas,
que vuelan a tu colmena,
donde esta toda tu miel.

Me lanzas flechazos con la mirada
y tu pelo es la maleza que se meza,
con el viento de mis deseos.

Me aferro a tu cintura,
pero en el filo de tus caderas,
caigo derrotado ante tu encanto.

¿Qué gano con negarlo?
O resistirme a tus encantos,
pues son mi perdición.

Te acercas y siento como
se herriza tu piel,
veo como se dilatan tus pupilas.

Si tú supieras la reacción
en cadena que provocas en mí,
no dudarías en dejarte llevar.

Y perderte de mi mano,
en el claroscuro de esas
pasiones difusas…
Oxwell L’bu Copyright ©2012

Idealizaciones...

Ella no esperaba al príncipe azul,
a ese lo había metido en el baul,
de los recuerdos de su infancia. ..

Realmente me gustaron estos versos, ojalá tantos las damas, como los varones dejáramos de idealizar, porque hacerlo nos hace hecha a perder, lo bello que puede ser cuando una hombre ama a una mujer.
Oxwell L'Bu copyright 2015