Me desveló contemplandote,
admiró tu sensual belleza,
esperando verte despertar,
para volverte a amar.
Mis recurrentes insomnios,
no son obra de demonios,
sino del ángel que duerme
a mi lado.
Es que no quiero perderme,
ni un sólo segundo,
de lo más bello de este mundo,
que es verte soñar.
Me muero por besarte,
tiemblo ante las ganas de acariciarte,
Pero temo despertarte y perderme
del embeleso de verte dormir.
El unicornio azul de los sueños,
sale a tu encuentro,
y justo en ése momento,
me siento tentado a acompañarte.
Tú a mi lado empiezas,
poco a poco a acurrucarte,
y veo que tu cuerpo desnudo,
es una obra de arte.
Qué en los pliegues de tu piel,
se guarda tanta belleza...
Por eso yo con sutil delicadeza,
empiezo a acariciarte.
Esa lucha entre seguir o detenerce,
hace a mi cuerpo estremecerse,
y proboca que el deseó se quede
gravitando entorno a ti.
Mientras mi alma se está
embelesada en ti,
la pasión toma un resezo
entonces te doy un tierno beso.
Con el corazón agradecido,
por haber subido contigo el quinto cielo,
y haber caminado de tu mano,
en el paraíso.
Oxwell L'Bu copyright 2015
