sábado, 7 de septiembre de 2019

El reloj no para...

Tic tac, tic tac, tic tac el reloj no para, su paso constante e imparable avanza como un huracán… Yo quisiera detenerlo pero no puedo, mientras las letras son como duendes gravitando en mi mente, bailando melodías que nunca he escuchado en la radio para formar frases y versos inefables, que muchas veces no consigo transcribir… Al verme en este afán, la luna prefiere irse a dormir, yo la llamo, yo la imploro, pero ella duerme acurrucada al sol, mientras que a mí me congela el frio de ese tempano de hielo en el que muchas veces se transforma la soledad.
Copyright ©2013Oxwell L’bu

Tus manos...

Tus manos tejen el manto de estrellas que se tiende en mis noches de desvelo, en los que mi pluma besa al tintero para escribirte versos cargados de ¡Te quieros! Que me desborda el corazón… Son tus manos las que cultivan las flores en esos jardines de perpetuas primaveras cuyos aromas atraen a la mariposa que graciosa se pasea en el Edén.  Eres tú, mi niña enamorada, la que besa mi frente  con esos vientos de libertad que impulsan al Quetzal a ese vuelo que va mas allá de donde llega el águila real...Eres tu mi GuateMaya vestida de güipil de abril con la belleza de una Monja Blanca, eres tú con esos ojos llenos de paisaje, llevando en tu perraje la esperanza que arrullas con cantos inefables, eres tú la que provoca esos suspiros así como ese “Tristeza Pueblerina” cuando te siento lejos.
Oxwell L’bu Copyright ©2012