viernes, 23 de julio de 2021

***Antes...***

***Antes...***
Llegue 15 minutos antes
para mi cita con ese ángel;
estuve un cuarto antes 
de las 6, para verla caminar,
para acariciarla con la mirada,
sin que ella lo notara.

Pero al verla, mis pasos se
apresuraron hacia ella,
mis sentidos fueron arrebatados
y volví a sentir esa embriaguez,
que experimentan los enamorados.

Y antes que nada, se besaron 
nuestras miradas y luego 
nos fundimos en un abrazo,
y nos besamos como la primera vez.

Mi lívido quería amarla, sentirla mía,
experimentar ese extasis, que nos
acerca al paraíso... 
Su vientre era un campo fértil 
que reclamaba mi semilla,
pero antes de hacerla mía.

Antes de tocarla,
antes de desnudarla,
le quite los zapatos,
para que tuviera conciencia
del suelo, antes de que
emprendiéramos el vuelo.

Ella se alzó de puntillas,
porque yo ya volaba
y así extasiados y enamorados,
volamos hasta tocar el quinto
cielo...No fueron solo caricias,
no fueron solo besos, no fue
solo entrega, porque antes 
que todo conocimos el amor.
Oxwell L’bu copyrights 2019


 

***Los viñeros de la vida***

 

***De los Viñeros De La Vida***
De niño aprendí que basta un vaso de agua,
para apagar la sed del cuerpo…
Pero para apagar la del alma se precisa
de algo que la trasciende

Un día probé el vino y descubrí el deleite
que siente el paladar y esa embriaguez,
que te hace querer más…
Pero al final siempre tienes sed.

Descubrí que una botella de vino,
es como una hoguera donde se reúnen
los extraños con los amigos,
cuando sienten sed y frio.

Sed de compañía, de hablar por hablar;
frio de ausencia y de indiferencia,
sed y frio que casi nunca encuentran,
sosiego o consolación.

Al llegarme la primera ilusión descubrí,
un vino diferente, que te arrebata en un
segundo el corazón y la mente…
Dejando tan seca la garganta que apenas
consigues balbucear una palabra…

Vez la belleza de las curvas de la botella,
te preguntas si será ella,
la que apagara esa sed de ternura y comprensión,
esa sed de sed de locura y  pasión…

Sus besos son como sorbitos de su sabor y aroma,
que despiertan esos apetitos de consumir esa
botella en tragos tan largos que ahoguen esa
sed que sientes que te consume.

Pero el amor no se deja consumir, es él quien
nos consume y por eso solo te permite consumir,
de esa botella copitas de amor que te dejan levitando.
Porque del viñero de la vida nadie puede disponer,
es ella la que propone y dispone cuales serán,
las uvas que al convertirse en vino apagaran esa sed.

Que en verdad nunca se apaga, pues apenas acabas 
de consumir una copa y quieres más,
porque la vida quiere mantenerte con sed de vivir
y de ese amor que nos trasciende.
Oxwell L’bu Copyright © 2011


Ella jugaba...

 Ella jugaba a ignorarlo y la verdad es que no podía dejar de amarlo… Cada día buscaba algo de él, una palabra, un gesto y hasta sus silencios, la experiencia le aconsejaba, olvidarse del él, pero el corazón se lo impedía, porque el amor no escucha consejos… No era el mejor partido, ni mucho menos el mejor pretendiente, pero contra el amor no hay contendiente que al final no sea doblegado, porque aun que lo parezca, el amor no está equivocado, porque él tiene una eternidad de experiencia.

Oxwell L’bu copyright2014