sábado, 27 de abril de 2019

Los tulipanes

Iba cayendo la tarde, la nieve no cedía
y lo vi temblando de frío y envolviéndose
entre sus propias hojas...

Por un momento quise córtale, para llevarle
adentro de la casa, pero comprendí
que de esa forma mataría su naturaleza;
porque su naturaleza lo lleva no solo a sobrevivir,
sino a vivir intensamente, ese momento,
aunque el tiempo no sea perfecto.

Vivir su momento de ser flor, entregarse con amor,
pues para eso ha esperado tanto tiempo y a sorteado
a los depredadores, los cambios drásticos del clima,
la lluvia, fuertes nevadas y a la tentación de salir
antes de tiempo, cuando ha visto a la luna enamorada.

A veces me preguntan, que de donde nace mi fascinación, por los tulipanes y creo que los amo,
porque ellos me recuerdan a mi madre y su alegría
por la vida, aún en medio de su enfermedad
y también a ese Cristo en el que tengo puesta mi fe,
que permaneció de pie, hasta el último momento.
Oxwell L’bu copyrights 2019

***Frente a la nieve***

***Frente a la nieve***
Ellos se enfrentan a la nieve,
pese a que en la primavera
se dice que solo llueve,
lo hacen con elegancia
y estoicismo.

Los árboles, algunos
desnudos otros recién vestidos,
los animan  moviendo sus ramas,
porque la primavera no puede morir,
ni sucumbir frente al invierno.

La nieve cae y cae
y ellos siguen allí,
en los jardines, en los parques
en las planicies, perseverando
y esperando el sol.

La luna ruega al sol,
que aparezca y se imponga,
porque los tulipanes,
no pueden perecer.

Porque quien se querrá
perder, de semejante belleza,
quien puede ignorar su realeza,
porque ellos son los príncipes
de la primavera.
Oxwell L’bu copyrights 2019
#Chicago