sábado, 9 de febrero de 2019

***Ella tiene el encanto***

***Ella tiene el encanto***
Ella tiene en el ADN
la sensualidad,
sabe cuándo acelerar
y cuando frenar,
a la hora del amar.

Ella tiene una mirada
que escribe poesía,
cuando te mira
y una sonrisa arrebatadora
que enamora.

Sus besos pueden ser tiernos,
con la cadencia de un manantial
o tener el ímpetu de las olas
del  mar, cuando va a amar.

Ella tiene ese encanto al entregarse
que quisiera nunca terminar,
porque su entrega es realmente
una entrada al paraíso...

Ella es droga adictiva,
es toda una mujer,
más que una diva
y su mirada es esquiva
si la quieres enamorar.

Ella tiene esa magia
del amor clandestino,
que intensifica el placer,
que hasta estrellas
te hace ver.

Ella es como la luna
al amanecer,
cuya belleza te extasía
y su presencia ilumina la cortina
de sus transparencias y revela
ese monumento de mujer.
Oxwell L’bu copyrights 2019

Ella es así, sin definición...

Su mirada es poesía
y su sonrisa coplas de mi canción,
más que una musa es vivencia,
que extasía el alma y alborota
la razón.

Yo soy palabra, ella es verbo
que se conjuga cuando se juntan
nuestros deseos...
Ella es lo que es, así sin definición
la dueña de mi corazón.
Oxwell L’bu copyrights 2019

***Como piececito en la pecera***

***Como Pececito en la Pecera***
El patojo salió a pescar…
Lanzo una y otra vez el anzuelo,
con tanta ilusión y el anhelo,
pero el resultado era el mismo.

Finalmente de tanto intentarlo,
se fue quedando dormido…
La luna lo observaba,
las estrellas lo miraban.

Sus sueños le dibujaron cosas bellas,
un atardecer de la mano de una princesa,
que con la luz de su mirada prendía
un horizonte de alegrías…
De cosas sencillas pero inolvidables.

Soñando estas cosas despertó
y ante lo estéril de sus intentos,
decidió irse a casa…

Viendo desde su ventana vio el amor
vestido de rosa, clavel y flor…
Con aromas a primavera y el espesor
de la yerba en la selva.

Mas el amor a él le era esquivo,
como un pez en el rio escurridizo,
que cuando pretende atraparlo
se le hace escondidizo…

Se tiene que conformar con mirarlo,
con apreciar su belleza,
ya que es como un cristal que al
tocarlo se empaña y enturbia
su transparencia…

Pero un día ese pez decide fugarse
del rio para vivir en la pecera
de su corazón…
Corazón que como campana vibra
y se emociona con el pez.

Así es ese amor adolecente…
Ese que no calcula con la mente,
si no se entrega con el corazón,
ese que tira besos como un pez
en la pecera y es feliz con esa
miguitas de ternura que de vez
en vez lo alimenta…

Ese de los besos con sabor a menta,
de manita sudada y hormonas alborotadas,
que cuando logra un poquito más que un beso,
descubre que la luna no es de queso,
y se graba un tatuaje en el corazón….
Oxwell L'bu copyrights 2011