Tu dormida alli,
desnuda en tu explendor,
un ángel acurrucado
a la almohada,
una mujer esperando
a ser amada.
Veo los pliegues de tu piel,
ajustados perfectamente,
a tu sensual cintura
y tus caderas de marfil,
tus pechos dos parábolas,
con sus pezónes coquetones.
Admiro tu sensual belleza,
siento tu tibieza,
adivino tu humedad,
pues aunque estas dormida,
el deseo lo tienes a flor de piel.
Por eso yo te arrancó
de los brazos de Morfeo,
cuando te veo...
Así tan entregada,
así como luna enamorada,
así como primavera en
mes de abril.
Yo se la arrebato a Morfeo
y la hago mía,
con ternura, con dulzura,
con toda esa pasión,
que me desborda el corazón.
Te hago mía y me entrego a ti,
con el ímpetu de un adolcente,
con el deseó de un varón,
porque quiero vivir contigo,
ese hermoso sueño,
del que quisiéramos,
nunca despertar.
Oxwell L’bu Copyright © 2017
