sábado, 16 de julio de 2022

La miel de sus besos…

 *El se engolosinaba con sus besos, porque atreves de sus labios se deleitaba con las mieles de la vida…Sus venas eran los canales por donde viajaba ese torrente de amor que a borbollones brotaban de su corazón, que se agitaba de la emoción cuando la miraba.

Oxwell L’bu copyrights 2012

Elle impregnó…

 Ella impregnó su alma con cada palabra, con cada frase que le escribía, en aquellas cartas perfumada que pretendían ser una declaración de amor, pero que en realidad eran poesía…Ella lo sabía, pues ella era la musa de su inspiración. 

Oxwell L’bu copyright 2014

Cerré los ojos…

 Cerré los ojos y el viento me susurro poesía, cada flor era un verso… Luego vi el cielo azul y mi alma quiso volar, quiso poder alcanzar lo que muchas veces ha sido, solo una utopía, entonces una mariposa azul la tomo y se la llevo ha donde yo no la pudiera encontrar, hasta que volviera a ser el que fui…Sin esa infección que va carcomiendo el corazón; hasta que consiguiera avanzar por ese campo minado hacia donde la ingratitud me ha empujado, porque el alma precisa desintoxicarse de todas esas cosas que le clavan los pies en la tierra y le impiden volar… 

Oxwell L’bu copyright2014

“Divina Mujer”

 ***Divina Mujer***

Siempre viviste en mi imaginación, 

te alojaste en mi corazón,

sin tan siquiera saber,

que existias...


Por eso cuando te vi,

inmediatamente te reconocí, 

y cambiaste de golpe mi realidad,

te convertiste en mi verdad.


Tu la musa de mis amaneceres,

el aroma a rosa que me extasia,

el agua fresca para mi sed,

la luz de mis días. 


Tu divina mujer,

ese segundo aire para

correr la próxima milla,

la fuente de mi alegría. 


Tu la copla de mi canción,

la cuerda de mi guitarra,

la voz de mi canto,

el verso de mi poesía. 


Tu inspiración del atardecer,

quien me hace estremecer 

cuando llega la noche,

y me ama y sueña junto a mi.


Tu revelación de mis sueños,

cascada de arco iris,

brisa de viento que me acaricia,

lluvia infinita de bendición. 


Es que tú divina mujer,

eres ese verso sublime,

que aún no escribo,

porque ese hay que 

plasmarlo sobre tu piel.

Oxwell L’bu Copyright © 2016