domingo, 18 de julio de 2021

Los guapos...


 

Las envidias...

Mira qué hay quienes, no pierden 
esa costumbre de sembrar cizaña 
y lo hacen con más de una artimaña,
mezclando verdades a medias,
inventando y exagerando.

Porque una vez que los ha picado
la serpiente de la envidia,
su veneno se expande por todo su ser,
se aloja en su corazón y se manifiesta
en su lengua..

Si, el amor a veces es una locura,
para la que no hay cura, que no sea el amor;
pero no falta quien vea con amargura,
que dos se aman de verdad y les choca
su felicidad y entonces empiezan a conspirar,
para acabar con esa alegría que a ellos,
les causa apatía.

Si, esté amor también tiene sus detractores,
esos que arrasan con tractores,
los jardines y sus flores que va sembrando,
los que con todo su ser van amando
y dejándose amar.

No, no les prestes atención, a los que con
su cizaña, solo dañan al corazón 
y confunden a la razón...
Porque uno quizás no pueda evitar,
que los pajaracos sobrevuelan en la cabeza,
pero si impedirles que hagan nido.

Por eso yo te pido, que escuches a tu corazón,
que el siempre tiene la razón y esa corazonada,
que te dice: No seas tonta, que ahora eres amada,
como nunca te amaron, por eso hoy no eres
un ave en cautiverio, pues puedes volar
y nuevamente amar.
Oxwell L’bu copyrights 2021


Los sonidos...

 *Si pudiera agregarle los sonidos que musitan mis versos… Si fueran un virtuoso en el piano, mis intentos de poesía serian canciones y aun que nadie las escuchara me embriagaría de sus emociones… Porque los sonidos son recurrentes aun que nunca aprendieron el Do, Re Mi Fa sol… Aun así la nebulosa de mi cerebro azul, sigue cantándomelas cada mañana…