sábado, 5 de mayo de 2018

***Con los brazos vacíos***

***Con los Brazos Vacios***
Nueve meses de espera…
La ilusión en tus ojos y tus manos
tejiendo entre nubes de algodón.

Una habitación esperando…
Una cuna aguardando…
Tus brazos ansiosos por cargar
al nuevo bebe.

La fuente se rompe como señal
inequívoca de que esta pronto
a nacer…

Peleando con el tráfico, con los
dolores de parto a flor de piel,
llegas presurosa pues tu retoño
va a nacer.

Con dolor das a luz a un ángel,
que cerró los ojos luego de nacer,
tú sigues allí sin comprender,
esperando que todo sea una pesadilla.

Algo así como cuando la noche veda
nuestro entendimiento y esperamos
a que empiece a amanecer.

Mas aun la claridad del sol
no alumbra suficiente para entender.
que tu ángel a volado justo después
de nacer…

Llegas a casa y una profunda tristeza
te embarga…
Vez el cuarto que nunca ocupo,
la cuna donde nunca se meció
y los brazos vacio de una madre
que por nueve meses espero.

En ese momento no hay palabras
capaces de llevar consuelo a
tu corazón afligido y desecho.

Porque ese dolor en tu pecho,
lleva abierta una herida,
que solo Dios puede sanar.

Como quisiera tener palabras,
como quisiera poder desgarrar
mis propias entrañas si eso te
llevara un poco de consuelo.

Que yo te puedo expresar que
llegue a aliviar tu dolor…
¡Nada! ¡Nada! Solo el silencio
y el vacio.

Hay cosas que nunca vamos a entender,
hay misterios que no nos son develados,
cuando nos sentimos por una lanza
atravesados…

Más aun en medio de esta desventura,
acudamos a Jesús el que murió
abandonado en esa cruz.

Y presentémosle al ángel que voló,
démosle un NOMBRE ya que es
nuestra prerrogativa como padres
y luego pongámoslo en sus manos.

Pues El sabe que aun que quisiéramos
tenerlo con nosotros…
Este ángel vino un propósito que cuando
pase esta noche podremos comprender.
Y no digas que NO eres madre mujer,
porque tu hijo es un ángel que cuando
habla con Dios le dice:
Esa flor, la más bella esa, esa es mi MADRE.
Oxwell L’bu copyrights 2011

Como humo de cigarro

Como humo de cigarro se desvaneció tu ilusión y sin embargo dejaste alborotado mi corazón… Porque mientras que para ti no era mas que otro juego, yo en el aposte mi vida.  Perder no me importaba, mas lo que duele es pensar que aun ganado se iba perdiendo porque tu no pusiste nada.
Oxwell L’bu copyright2014

***Y el pisto del mandado***

***¿Y el pisto del mandado?***
Pobre el patojito se quedó solito,
mirando desde su ventana la chamusca,
es que lo dejaron castigado
y todo por andar acelerado.

Llegó de la capiusa y disque de
la escuela...
Se puso a comer, luego
la mesa ayudó a recoger,
y ni lento, ni peresoso,
se puso a hacer la tarea.

Listo estaba para salir
a potranquear,
cuando la mamá  lo
mando a comprar;
salió como ladia acelerada,
con el papel arrugado
en la mano y el pisto
en el bolsillo.

En esas carreras andaba,
cuando Chibola lo llamó,
ledijo : la chamusca ya empezó,
el patojo se tropeso,
y volando salió.

Agitado llegó a la tienda de
don Chepeton,
desembolvio el papelito
y con su abecedario recién
estrenado la lista recito.

Dice mi mamá que necesita,
1 bolsita de café Quetzal,
1 lata de frijol Dukal,
1 tira de francés y 6 champuradas,
de las las más tostadas.

Pero Don Chepeton lo reprendió,
patojo vos ya ni saludas,
pero el patojo tubo una
rápida reacción y le dijo,
¡Buenas tardes Don Chepeton!
Y en sus adentros se decia,
que viejo más cabron.

El tendero el mandado
le prepato, pero al momento
de pagar al patojo,
el pisto se le perdió.

Mil veces recorrió el mismo camino,
le preguntó a los vecinos,
pero el pisto no apareció;
el sabía lo que le esperaba
y por eso para regresar nose
hacia un queso.

Al llegar a casa sin pisto
y sin el mandado,
una cinchaciada,
se había ganado...

Pero eso poco le importo,
pues pues lo que realmente
le dolió,  fue no salir a chamusquear,
pues para los patojos jugar,
es asunto serio.
Oxwell L'Bu copyright 2015
Foto Paisajes de Guatemala.

***Y yo que no fumo***

***Y Yo Que No Fumo***
Y yo que no fumo,
me fumo las ancias,
antes del desayuno,
mirado el reloj,
contando el tiempo,
para verte.

Cuento las horas,
los minutos, los segundo
y se me hacen eternos,
esperando nuestros
encuentros furtivos,
que nos hacen fugitivos.

Y yo que no fumo,
me fumo tu aliento,
cuando te veo llegar,
con ese mirada sutil
de complicidad,
que me invita a amar.

Humedeces tus labios
y esa sonrisa pícara,
motiva mi excitación,
tiemblo de la emoción,
por besarte...
Eres mi cómplice al amarte.

Y yo que no fumo,
me fumo tu perfume,
que tiene el aroma,
de nuestra intimida,
la cual es fuente,
de total felicidad.

Y yo que no fumo,
me fumo un habano,
pues no ha sido envano,
esperarte y añorarte,
si al caer la tarde,
puedo amarte.
Oxwell L’bu Copyright © 2017