(Artaban El de los múltiples regalos)
Hubo un mago que no llegó,
uno que la historia ignoró...
Uno al que el corazón retraso.
Hubo uno que como los otros
tres, se afano por encontrarlo,
pero se paso buscándolo
toda la vida.
Artaban el mago de los múltiples
regalos, el que vendió todo
y dejo todo para encontrarlo
y adorarlo.
Artaban el mago desconocido,
ese que no aparece,
en las historias y leyendas
porque el amor lo retrasó.
En su camino rumbo
al encuentro con su rey,
un mendigo detuvo su camino,
Porque el Rey no había nacido
en Jerusalén.
Y menos en un palacio,
sino en un establo en Belen,
pues entre los hombres
no encontro un espacio.
Su retraso o aparente desvío,
lo llevo a esa busqueda,
de toda una vida,
pues a su propósito
nunca la dio despedida.
Cuando llego,
la sagrada familia,
ya no estaba en aquella
humilde guarida.
En su camino Artaban,
se encontró en la necesidad
y la aflicción de los olvidados
y marginados.
Siempre hubo alguíen
cuyo emergencia,
el quiso socorrer,
una necesidad que atender.
Y así se le pasaron los días,
los meses, los años...
Y ahora cada peldaño,
le era mas difícil superar.
Se gasto su riqueza,
sin poderlo encontrar,
se le fue la vida,
sin poderlo contemplar.
Artaban, Artaban
se te fueron los años,
Artaban, Artaban
no adoraste al Cristo.
Saliste buscando
a al Rey de reyes,
pero en tu camino,
solo encontraste mendigos.
Artaban, Artaban
las fuerzas se te van,
tus regalos has gastado
y al Redentor no has contemplado.
Artaban, Artaban
no te sientas fracasado,
no piense que tu misión
no has logrado.
"Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fuí huésped, y me recogisteis; Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí. Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y vinimos á ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis."
Mateo 25,35-40
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(" " Tomado de la Biblia)
