miércoles, 30 de enero de 2019

Por despecho...

Ella decía que lo amaba, hasta que por despecho a sus propios sentimientos traicionó. Cuando le dieron confianza y fidelidad, ella más desconfió y de celos se enardeció. Se envenenó con supociones, creyó verdades a medias y la luz que llego a su vida, poco a poco sofocó, no por falta de amor, sino por falta de fe y de poder confiar en él, que no le pidió nada para llegarla a amar, que la amaba sin porqués o para ques, sino con un amor tan simple como un te quiero y tan intenso como la eternidad.
Oxwell L’bu copyrights 2019

***Ingeniero***

***Ingeniero***
Entre algoritmos y ecuaciones,
va buscando soluciones,
construyendo paradigmas,
diseñando sueños…

Desenredando los teoremas
de los dilemas…
Poniendo a levitar la imaginación,
llenando el corazón de inspiración.

Tecnólogos por profesión.
científicos por vocación,
que no se conforman con
tan solo la buena intensión.

Por eso buscan inspiración,
hacen con las matemáticas
una canción…Hacen una
sinfonía con una ecuación.

Maximisadores de recursos,
intelectuales desaforados,
que no saben estar en una oficina,
porque los suyo es poner manos en acción.

Por eso no pocos se preguntan:
¿Qué hace? Un ingeniero escribiendo
poesía y corriendo maratones para
transpirar inspiración.

Porque no se puede ser innovador,
no se puede ser ingeniero,
sin ese toque de locura, creatividad
e imaginación…
Oxwell L’bu Copyright ©2012

***Bendije all lluvia***

***Y bendije la lluvia***
Aquel día,era un día logubre
y yo con mi costumbre
de protestar, como que con eso,
se pudiera esas cosas cambiar.

Aquel día no fui a trabajar
y de la rutina me pude escapar ,
quería hacer algo diferente,
algo que ese demente,
que vive en mi lo aprobara
y mi niño los disfrutará.

Por lo que salí a caminar
bajo la lluvia y para mi bendición,
con ella me tropecé y de bruces
caí en sus encantos.

Ella me quiso tapar con su sombrilla,
pero yo la invité a libremente
a empaparse, ella sin pensarlo,
acepto y soltó la sombrilla
y esta volando salió.

Corrimos tras ella,
pero aquello sólo era el pretexto,
para entre los charcos saltar
y sentir esa alegría en el corazón.

Vi lluvia entre sus pestañas,
vi agua recorriendo sobre su piel,
la vi empapada con la greña
alborotada y el vestido
ceñido a su figura.

Entonces bendije ese día,
bendije ese momento
y cómo quien recibe un sacramento,
reverencie su sonrisa y me enamore
de su mirar

Luego caminamos hacia su casa,
ella me dijo:me tengo que cambiar,
pues empezaba a estornudar,
yo feliz iba de su mano,
viendo las flores mojadas,
pero al igual que ella,
más bellas.

Entramos a su casa,
ella me ofreció una toalla,
yo quería darle mi corazón,
encendió la estufa para preparar
un café y lo demás, no se decirles
cómo fue.

Pero bendije la lluvia
que empapo su vestido
y lo vi caer al suelo,
pues al acariciarle sentí
que toque el cielo...

Bendije la lluvia que la
deslizó a mis brazos,
bendije aquel día,
pues quien diría,
que fue el más feliz
de mi vida.
Oxwell L’bu copyrights 2019