lunes, 5 de agosto de 2019

***Licencia para ser feliz***

***Licencia Para Ser Feliz***
Viviendo una vida escurridiza,
viendo como el reloj camina
con tanta prisa…
Antes de salir me doy cuenta
que le falta un botón  a mí
arrugada camisa.

Como le falta sal a la comida,
como le hace falta una pata
a un insecto…
Yo sobrevivía  sumergido
en una rutina que abarcaba
la jornada matutina y vespertina.

Viviendo realidades alternativas,
donde la única diferencia,
era el papel que desempeñaba.

Pero un día por una de esas gracias
que uno no pide pero anhela,
porque hay bendiciones que uno
no merece pero recibe…

Y así con la sencillez que corre
un manantial llegaste a mi vida,
dándole despedida a mi soledad,
mostrándome esa verdad que
le da razón a mi existir.

Fue esa mirada, mi niña alborotada,
la que de un tajo cambio mi vida,
al punto que quiero quedarme
perdido en ella para siempre.

Porque tu mirada es un resplandor
de alegría y llego a sacudirle
el polvo a mi corazón…
y a darle lucidez a mi razón.

Tú llegada a causado tal celebración,
que el canto de la alondra, lo secunda
un ruiseñor y sus notas de amor,
las armonizan una legión de grillos
con sus violines.

Con sonidos inefables que son
como nubes de algodón,
formando corazones en el cielo,
que provocan suspiros al abuelo.

Yo sin vos hubiera ido a parar
al tremedal…
en tierra de nadie donde el olvido
reina…

Hoy en el paraíso de tu mirada,
en la plenitud de tu presencia,
la vida me ha dado licencia
para ser feliz.
Oxwell L’bu Copyright © 2011

Tus besos

Tus besos son como un ángel travieso, bailando en la punta de mi lengua… Que luego se transforma en mariposa y me invita a otra cosa… La humedad de tus labios es claro manantial, por donde navegan mis deseos, buscando el elixir de tus encantos… Cada beso es un deleite que va mas allá de la dulce excitación que llega como shangrila a mi corazón.  
Oxwell L’bu Copyright ©2013

Verte ajena...

Como duele sentirte ajena… El veía que sus caricias, sus besos sus encantos no eran para él, la veía tan feliz y su dicha le causaba tanto dolor, a él le toco ser el perdedor… Era él, el que la anhela, el que la soñaba mientras ella a otro amaba, porque el tren de la vida llego retrasado y en la misma estación, no coincidieron… El buscaba un atajo, un azimut que disminuyera la distancia y le permitiera por un momento tocar el cielo.  
OxwellL’bucopyright2014

Ese Don Creador...

A quienes se le dio el don de crear, imágenes, música, palabras o versos, están irremediablemente condenados a bregar con la soledad, porque la soledad los trasforma en eternos contempladores, amplifica sus sentidos y les permite escuchar los sonidos inefables del silencio.  Serán irónicamente incomprendidos y los pocos que lleguen a ser reconocidos, será hasta después acontecida su muerte, porque los laureles y la pleitesía en vida suele cegarlos, volverlos sordos y provoca que las musas se vuelvan escurridizas.
OxwellL’bucopyright2014