lunes, 23 de noviembre de 2020

***Paradigmas***


***Paradigmas***

A el que nada le interesa,

que no sea ver el futbol acompañado

de los amigos y una buena cerveza.

 

Mas ella de tanto insistir lo convenció,

aquella tarde saldrían de casa,

el se conformaría con ver el reprís

del partido por la televisión…


Aquello de la moda le era un mundo 

totalmente extraño…

El glamur y las pasarelas le sabían

a un dolor de muelas…


Pero a regañadientes estaba allí,

como un niño en misa dominical,

vestido de alguien que sentía  

que no era él.


Pero estaba allí…

Y el precio que pago por los tickets

desbalanceando el presupuesto,

había que hacer que valiera la pena.


Así fue que con los cocteles

poco a poco fue agarrando ambiente,

rodeados de hombre y mujeres de otro mundo, 

de esos que solo se ven en las revistas de jet set…


En medio de luces y algarabía

El desfile de “Victoria Secret” comenzó,

mostrando entre cuerpos esculturales,

los últimos modelitos que despiertan

los instintos a raudales…


Ella apuntaba los modelitos que en otras

curvas muy bien encajaban…

El dejaba que su imaginación condujera

el auto de sus emociones por esas carreteras.


Ella lo empezó a codear…

El no dejaba de sudar…

Pero luego vendría la contraparte.


Hombres de músculos esculpidos

sobre la piel y miradas de portada,

aquello hizo que se prendiera el ambiente,

pues cada quien tenía ahora un paradigma

para idealizar y volar…


Terminada aquella fantasía de formas,

curva y apariencias excepcionales,

casi todos corrieron al bar…

Para no dejar que aquella embriaguez

terminara…


Pero como siempre sucede…

Después viene la resaca…

Fue cuando tanto uno como el otro 

se miraron con desdén pues con su

patrón “Ideal” no encajaban…


Oxwell L'bu copyrights 2011


***Gratitud***


. ***Gratitud***


Siempre quiso mas…
Porque  desde niño aprendió
que conformarse es mediocridad
y por eso nunca se sintió
contento con el pan diario.

Hasta que eso que él llama
fracaso toco a su puerta
y así sin más ni más tomo
las cosas que nunca fueron
de él pero que consideraba
de su propiedad…

Y así desposeído y fracasado
lloro lleno de coraje y amargura,
pateando las paredes y maldiciendo
a la vida.

En ese momento alguien llamo
a la puerta…
Era una niña de cabellos de oro
que al verlo enojado le regalo
una sonrisa…

El hombre queriendo reaccionar
con tono amargo le pregunto
¿Qué quieres? Que no vez que
ya nada tengo…

Ella con tono dulce le respondió:
solo pensé que quizás tendría
un pan para compartir pero no
se preocupe y de cualquier forma
¡Muchas gracias!     

No tienes nada que agradecer
Si nada te he dado…
Claro que si le respondió,
me regalo la esperanza para 
tocar a la siguiente puerta.

Oxwell L’bu copyrights 2010