Seducir va más allá,
de despertar el instinto
y los sentidos…
Es enamorar, cortejar,
es acariciar el alma.
Implica ir más allá
de ese deseo desenfrenado,
que cualquier animal desaforado,
en la naturaleza puede experimentar.
Tristemente seducir se ha asociado,
con el mas ruin pecado…
Que ha mas de uno seducir
le suena como algo desatinado.
Pero acaso las estrella no seducen
a la luna para verla de blanco
o las espinas no seducen a la mano,
para que tome el esplendor de la rosa.
Y qué decir de la danza de los delfines
en el mar…
O el baile del colibrí a la flor,
que se queda flotando de amor.
Ya que la seducción es algo natural,
que no se impone, si no se propone,
cuando existe esa atracción que
alborota a la razón.
O será, acaso que el científico,
no es seducido por la ciencia
y él con dedicación y paciencia,
va descubriendo sus secretos.
El monje, el saeta o el penitente,
no se ven seducidos a esa luz
que los llama y los lleva a renunciar
a todo por seguirla.
Es que la seducción no busca
tan solo llegar a la cama…
Si no acariciar un corazón.
Oxwell L’bu Copyright ©2011
