lunes, 10 de abril de 2023

Ella quería…

 Ella quería leer un poema y le dije que yo solo escribía versos teñidos de amor… Que la poesía no me salía, porque no sabía de rimar y cuadrar, que a mi solo me brotaban versos como flores en primavera.

Ella quería que le susurrara al oído una canción y le dije mil veces su nombre, porque su nombre es la canción que repite mi corazón en cada latido…

Oxwell L’bu copyrights 2023

“El amor es una llama”



***El Amor Es Una Llama***
Viendo todo cuanto había creado,
quedo extasiado de todo cuanto creo,
¡Se enamoro!…

Un ángel a la distancia lo observaba
y con timidez poco a poco se acerco,
para preguntarle: Señor ¿Qué provoca
en ti tanta emoción al punto de que tus
ojos brotan chispitas de ternura? 

Él le contesto: Mira cuanta belleza,
cuanta perfección…
Disculpa le dijo: Pero veo más que
emoción en tus ojos Señor, tus ojos
delatan a tu corazón enamorado.

Es así, el replico pues como no amar
toda esta belleza que tiene derroches
de ternura y amor…

Sí, Señor asintió el ángel pero debe
de haber entre todo algo que sea
objeto de tu amor.

Te equivocas le contesto, porque lo
que se ama nunca puede ser objeto,
sino motivo, inspiración…

Amo todo, mas te diré que en el
ser humano he puesto más que 
mi soplo divino he puesto en cada
uno de ellos un trocito de mi corazón.

Entonces el ángel pregunto:¿Cómo 
es que amándolos tanto tu permites
que perezcan?

Él le contesto: ¿Acaso no soy yo el que
reviste los lirios de los campos cada
primavera?  ¿Acaso no soy yo el Señor
de la noche y el día?

Sabes por eso les he dado una alma inmortal
y una capacidad de amar más allá de sus sentidos,
para que cuando regresen a mi vengan robustos
del amor que dieron porque el amor es como
una llamarada que de no propagarse se apaga. 
Oxwell L’bu copyrights 2011


 

“Manantiales de sed”



***Manantiales De Sed***
En el impecable silencio
de su noches eternas,
justo cuando raya el alba
y con un suspiro desgarra
la neblina en el horizonte.

Al recordarla…
Sus ojos eran como dos luceros,
que iluminaban su vida,
en sus alboradas frías, 
donde el canto de los grillos,
arrullaban sus desvelos.

Le bastaba cerrarlos ojos,
para sentirla cerca,
cuando no está…
Cuando el viento de forma
impetuosa desdibuja 
su recuerdo.

Pero al abrirlos seguía
soñándola, añorándola,
ahogándose en ese mar
de deseo e ilusión…
Nadando con intensidad
en sus ausencias.

Con una sed que calcinaba
sus labios…
Sed que solo su presencia
era capaz de apagar;
brotaban de su ser manantiales
de sed eterna.

En ese cumulo de emociones,
pasiones y sentimientos inefables,
que desembocaban en la cuenca
de ese vacío que era su vida
sin su presencia…
Oxwell L’bu Copyright ©2010