viernes, 14 de febrero de 2020

***En busca de ese ideal***

Caminando por la Antigua Guatemala, siendo aún un chiquillo, le pregunta a mi abuelita, que donde estaba el abuelo. Ella sin poder disimular, derramó una lagrima y mi dijo: mijo, en el cielo...Luego se quedó en un reverencial  silencio, yo con mi inoportuna insistencia, volví a cuestionarla. Y por qué no se volvió a casar?  Ella me respondió: Porque eso abría sido un engaño, hubiera tenido que fingir un amor que no sentida, hubiera tenido que inventarme, mentiras piadosas y eso, hubiera sido “Un calvario con rosas” porque en verdad, un amor así se siente y se vive una sola vez... 

***En búsqueda de ese ideal***
Ella se quedó esperando al
príncipe azu, que si llegó,
no se enteró por eso que ninguno
encajo con su hombre ideal.

El se canso de buscar,
a esa mujer bella, sensual y perfecta,
tan sumisa como una muerta,
perfecta para el placer 
y tan lejos de ser una verdadera mujer.

Pero el amor llega de diferentes maneras
y a veces ni te enteras,
por estar esperando a ese ideal,
tan inhumano que la búsqueda 
al final es en vano... Porque el amor no pide perfección,
pero si mucho corazón,
no exije garantías, ni da promesas,
más bien sorpresas, que superan 
con creces nuestra expectativas.

Porque el camino hacia esa amor
que nos trasciende, esta lleno de obstáculos,
que al final, son los peldaños de una escalera 
que nos conduce al verdadero amor,
pues este es como un pedacito de cielo
que se deja tocar con las manos.

Bien podemos ensayar, pero eso no es amar,
bien podemos aventurar pero al final nos 
dejará un gran vacío, porque solo el verdadero
amor de plenitud y llena esos espacios en blanco.

Podemos amar muchas veces,
profesar amor muchas veces,
pero el verdadero amor,
nos llega solo una vez.
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