***Selfies con la luna***
Luna, luna mi pasión
esta noche sube
como espuma
y la bruma de las
olas del mar parecen
acariciar una silueta de mujer.
Parece una diosa,
cintura frágil de mariposa,
piernas contorneadas,
caderas encantadas
y pechos firmes.
La vi tomándose selfies
a la luz de la luna,
la marea subía,
yo la miraba,
ella no me veía;
su belleza era como
una visión, de esas
que confunden la razón.
Se tomaba selfies y sonreía
no se para quién,
posaba para la cámara
segura que nadie la veía
y yo no sabía si irle a hablar
o contemplar su encanto.
Pero la luna celosa me delató,
ella detrás de una palmera
me descubrió y a pesar
de la noche noté que
se sonrojó.
Ella corrió, yo le grite que no,
pero en su prisa tropezó,
con una concha de mar,
yo me acerqué le quise ayudar,
ella me rechazó y no dejaba
de llorar.
Como pude cure su herida,
la consolé y admiré su belleza;
sentí de sus manos la tibieza,
me aguante las ganas de besarla
y para disimular, le señale a la luna.
Esta me vio de reojo, cómo
sabiendo mi intención,
yo sentía que se me salía
el corazón, mis ojos se
perdían en su belleza
y para mi sorpresa,
ella me sonrió.
Luego de eso no sé
lo qué pasó, pero nos
tomamos de las manos
y luego nos besamos.
Si ya sé, que suena a fantasía,
pero sin hacer alarde,
sino me creen pregúntenle
a la luna.
Oxwel L’bu copyrights 2018
Luna, luna mi pasión
esta noche sube
como espuma
y la bruma de las
olas del mar parecen
acariciar una silueta de mujer.
Parece una diosa,
cintura frágil de mariposa,
piernas contorneadas,
caderas encantadas
y pechos firmes.
La vi tomándose selfies
a la luz de la luna,
la marea subía,
yo la miraba,
ella no me veía;
su belleza era como
una visión, de esas
que confunden la razón.
Se tomaba selfies y sonreía
no se para quién,
posaba para la cámara
segura que nadie la veía
y yo no sabía si irle a hablar
o contemplar su encanto.
Pero la luna celosa me delató,
ella detrás de una palmera
me descubrió y a pesar
de la noche noté que
se sonrojó.
Ella corrió, yo le grite que no,
pero en su prisa tropezó,
con una concha de mar,
yo me acerqué le quise ayudar,
ella me rechazó y no dejaba
de llorar.
Como pude cure su herida,
la consolé y admiré su belleza;
sentí de sus manos la tibieza,
me aguante las ganas de besarla
y para disimular, le señale a la luna.
Esta me vio de reojo, cómo
sabiendo mi intención,
yo sentía que se me salía
el corazón, mis ojos se
perdían en su belleza
y para mi sorpresa,
ella me sonrió.
Luego de eso no sé
lo qué pasó, pero nos
tomamos de las manos
y luego nos besamos.
Si ya sé, que suena a fantasía,
pero sin hacer alarde,
sino me creen pregúntenle
a la luna.
Oxwel L’bu copyrights 2018
