Quien no ha amado hasta la locura, no sabe lo que es la cordura...Sentir que una mirada puede tatuarse en la piel, cuando la pasión y el deseó, cabalgan sobre ese sentimiento que trasciende, nuestra finites.
Sin importar, si se ha sufrido y llorado, solo quién a amado, conoce el porque se aferra el hombre a la vida. Desde que nacemos es una mujer la que con amor, nos arrulla y sus ojos la primera luz que nos de el destello, de ese sentimiento bello...Luego al llegar la adolecencía, las hormonas se alborotan al encontrarse, con la mirada de esa chiquilla, que de un tajo nos roba el corazón, ese primer amor, de besos de pescadito, de manita sudada, que nos dejaba el alma alborotada.
O ese amor de la juventud, que al caer la noche, se transformaba en esa luna, cuyo embeleso y su aliento era de fuego, fueron la causa que subiera la marea y que la sangre que circulaba por las venas, se trocará en lava que emanaba de ese volcán , en erupción de pasión. O ese amor que toca el alma y cuyas caricias trascienden la piel y se llevan hasta la tumba.
Porque hablar de amor, sin haberlo vivido con intensidad, no es más que necedad, es escribir poesía sin alma, versos sin corazón, canciones comerciales sin emoción, que solo le cantan a la entretencion.
Sólo el amor, nos puede exonerar a los mortales que las tentaciones nos hacen pecar, solo el amor justifica la existencia, pues quien no ha amado de por si a cometido el peor, de los pecados...Quien solo busca sexo sin amor, no hace más que seguir ese instinto animal, que nunca le permitirá tocar el cielo y menos alcanzar ese anhelo, por el que se extasia el alma.
Hablando de amores, amores que trascienden tiempos y distancias amores que provocan esas hacías de ser eterno...Ya que sin redundar, solo el amor puede justificar, nuestro pasó por la vida y la existencia.
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