Podrás pensar, que cualquiera
me mueve el tapete...
Porque no te has percatado,
que es a ti a quien quiero a mi lado,
pues tú mueves mi corazón.
Solo tú mujer, de mirada misteriosa,
que me ha envuelto en su misterio;
que ha provocado en mi,
todos esas cosas que antes no conocí.
Mujer, mujer si tú despertaste
mis sentimientos y le diste nueva
vida a mi piel, con tus besos
sublimes de miel...
No me preguntes, cómo fue,
no quieras saber lo que no sé
explicar, porque en verdad se
ama, cuando se deja de cuestionar.
Pero te diré que mi mundo órbita
en torno a ti, que tú eres como
la gravedad de mi planeta,
que por ir detrás de ti,
se vuelve cometa.
Se que solo soy un soñador
en bicicleta, que no tengo nada
que ofrecer, que no sea todo
mi ser y este sentimiento,
que se derrama, por ti mujer.
Ojalá fuera poeta, para poderte
expresar de forma sublime,
todo esto que siento por ti;
ojalá fuera escritor para escribir
esta historia de amor
y al leerla, tú quisiera
vivirla junto a mí...
Pero solo soy un hombre,
sin los dotes del cantor,
sin la magia del artista,
que transforma algo sencillo,
en algo sublime y lleno de belleza.
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