Estos deseos que reprimo,
puede que un día se tornen
en mi contra…
Por no querer revelar
... los anhelos de mi carne.
Que son como el negativo,
de las fotografías que se
revelan en mi corazón
y me llenan de una loca ilusión.
Es que mujer no quiero sonarte,
trivial, típico o alzado
y que pienses que soy
como el montón…
Que pretenden tu cuerpo
sin conquistar tu corazón,
Pero a quien trato de engañar,
si en mis sueños quisiera
tener alas y llegar hasta
tu aposento para llenarte
de este amor.
Porque los delirios de la naturaleza
nadie los puede callar,
porque son gritos en el silencio
que ponen el cuerpo a temblar.
Y esto que te digo, no es por
hipocresía…
Pues si supieras vida mía
que me siento in merecedor
de todo ese bello amor
y me consumo como el café
que hierve en la jarrilla.
Pues sin ti siento que me muero
y en mis noches de desvelo,
quisiera romper ese velo,
para tenerte así…
Mis dedos son como duendes,
que quieren recorrerte,
mi boca se marchita por la sed
que siente al no poder beber
de la sabia de tu ser…
Es que me quemo de deseos
que son tan difíciles de contener.
Porque yo no te quiero
como el objeto de mis deseos,
si no como la fuente de mi inspiración
o como el motivo que provoca que
lata fuerte el corazón.
Porque mi niña este loco apasionado,
no te quiere ofender…
Al pedirte que extiendas tus alas
y dejes volar libremente tus deseos
de mujer.
Oxwell L’bu Copyright © 2011
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