lunes, 27 de diciembre de 2021

Después del amor...

 Y después del amor...

Déjame escuchar tus suspiros,

en la cercanía de mis oídos,

para que todos mis sentidos,

se queden prendidos en ti...

Oxwell L’bu copyrights 2021

#Suspiros

Ella, vivió su café...

Ella, bebió el café y suspiró
y de sus suspiro un caudal
de versos surgió....
Oxwell L’bu copyrights 2021
#Cafe


 

“Mujer inolvidable”


 Para que una mujer se vuelva inolvidable, debe de ser más que original, genuina… Y poner su toque personal en esos pequeños detalles que parecen que nadie nota, pero que nunca se olvidan… Porque los hombres nos aferramos al recuerdo de una mujer que nos hace estremecer con el solo rose de sus manos… La mujer inolvidable no es muchas veces la muñequita de porcelana, ni la diosa escultural que despierta el instinto animal, sino aquella que nos hace sentir que no precisamos de disfraces, ni caretas porque frente a ella podemos ser quien somos y sentirnos cómodos con ello, la mujer inolvidable es aquella que hace de cada momento algo sublime e inolvidable con la gracia de su presencia.

Oxwell L’bu copyright2013

#Mujerinilvidable

Amar sorbito a sorbito...

 Amar a una mujer, sorbito a sorbito, suave, despacito...Porque su amor es como el más exquisito de los vinos, de aroma seductor, de sabor embriagador, el cual bebés sorbito a sorbito, te quitas por un momento la sed, pero luego vuelves a sentir sed y por eso nunca dejas de amarla.

Oxwell L'bu copyright 2017

“El café de su mirada”



***El café de su mirada***
Iba yo conduciendo por
la calle santa fe,
juró que no se decir
como fue.

Pelando con el tráfico,
en serios conflictos 
con el horario,
eso me suele pasar a diario.

Seriamente enfadado,
porque quien conducía 
frente a mí, iba como adormilado 
y no me dejaba pasar el de al lado.

Bocine y bocine, iba a decirle
al llegar a el semáforo una 
groceria y quién lo dirían,
que un ángel mi boca callaria.

Me miró con sus bellos ojos cafés 
y lo único que se me ocurrió 
fue invitarla a un café,
ella me dio una sonrisa de complicidad.

El semáforo a verde cambió
y mi corazón sin dudarlo la siguió,
ella su auto parqueo  en un viejo 
café y yo sin dudarlo me estacione.

A abrirle la puerta me apresuré,
ella nuevamente sonrió,
A el corazón se me alboroto 
y mi torpeza apareció.

No sentamos y yo no conseguía 
apartar mis ojos de su mirada,
llego el mesero, ella pidió un capuchino 
y un pastel de chocolate.

Yo le dije traigame lo mismo,
ella me dijo: En algo coincidimos,
luego agregó: aunque no entiendo
que hacemos aquí, si tu tenias
tanta prisa.

Yo no supe que decir,
estaba perdido en su mirada
y aún no le preguntaba
ni su nombre.

De la forma más descartada 
me delataba el corazón,
¡Lo juro! Enamorame
no era mi intención. 

Quise que nunca terminará 
su café, quise atrapar aquel
momento para que fuera 
eterno.

Ella hablaba y hablaba
yo solo la escuchaba,
perdido en su mirada,
hasta que consultó su reloj.

Pedimos la cuenta
ella iba a pagar y yo
me apresuré a cancelar,
¡Juró! Que yo no me quería
enamorar.

Nos despedimos
y no se si por cobardía 
o por lo que sentía,
pero no le pedí el número 
de su celular.

La acompañe a su carro
y cuando quise al mio entrar,
me percate de que las llaves
estaban adentro.
Oxwell L'by Copyright 2017

***El café de su mirada II***
Con las palabras atoradas
en la garganta y sin saber
si estaba alucinando o agonizando 
me quedé preguntándome:
¿Cuando la volveré a ver? Cuando.

Con las hormonas alborotadas 
con las prisas desechadas,
y una confusión entre mi mente
y mí corazón, tenia frente a mi
un problema y el brillo de sus ojos.

No sabía que iba ha hacer,
con las llaves adentro del vehículo,
con compromisos aplazados
y esta fascinación por esa mujer.

Entre al café a prestar una sercha
para tratar de abrir la puerta
y de nuevo la vi entrar
y la escuché preguntar
por su celular.

Nuevamente me encontré 
con el café de su mirada;
ella me pregunto:¿Que te pasó?
Tartamudeando le contesté.

Ella sin noticias de su celular
me quiso ayudar...
Sentí sus manos, su respiración 
y el rose de su pezón,
sentía que se me salía el corazón.

Ella no sé dio cuenta que la
puerta conseguí abrir
y la volví a cerrar,
con la ilusión de que
nuestra historia podía 
continuar.

Ella se ofreció para llevarme
con un cerrajero, ¡Yo con ella
recorrería el mundo entero!
Ella al parecer se olvidó 
del celular, yo admirando
sus bellos ojos,
ella sin dejar de hablar.

Recorrimos media ciudad
y un cerrajero no pudimos 
encontrar, yo feliz, de su lado 
no me quería despegar.

Es que el cielo sabía,
que de esa moza
yo me empezaba
ha enamorar,
del café de su mirada
y de su greña despeinada.
Oxwell L'bu Copyright 2017

***El café de su mirada III***
Yo iba más que fascinado
me sentía como nunca a su lado,
embriagado por su aroma,
tratando de adivinar el sabor
de sus besos.

Ella no dejaba de hablar
era como si trataba de evitar,
que yo le hablará de lo que sentía 
pues ya me había delatado,
mi torpe corazón.

El café de su mirada
y su sonrisa eran mi sol,
mientras caía la tarde
y yo sentía como mi
sangre arde.

Poco a poco me acerque a ella,
como se acerca uno a una estrella,
sabiendo que no podrá alcanzarla,
sabiendo que no podrá tocarla.

Cerré los ojos queriendo soñar 
lo insoñable y en un instante,
más que tocar una estrella
estaba rosando sus labios
con los mios.

Estaba viéndome en el
reflejo de su mirada,
la bese como nunca
había besado y me quede
con su sabor más que embriagado.

No supe que decirle y cuando
quise hablar ella cayó mi boca 
con sus besos, yo la acaricié 
con ese ternura que se me
escurría de las manos.
Oxwell L'but copyright 2017

***El café de su mirada IV***
¡Ah si ella supiera!
Que cuando le digo ¡Te quiero!
Siento que por sin ella me muero,
que no son sólo palabras,
que son gemidos inefables 
del corazón y expresiones 
sublimes de mi alma.

¿Como la fui a conocer de
esa manera? Peleando con
el tráfico en una carretera
y de no ser por su celular
y que la lleves vine a olvidar,
no hubiera empezado nuestra
historia.

Es que cuando el destino se empeña
en escribir una bella historia de amor,
se vale de cualquier situación 
para flechar al corazón 
y unir dos destinos.

Yo me enamore de su mirada
pero ella me ha enseñado
a amarla por lo que es,
aunque sabe que pone
mi mundo al revés.

Si ella supiera que la he
amado con el sentimiento
más  puro, con todo el corazón,
si supiera que ocupa cada rincón 
de mi ser y le basta una mirada 
de sus ojos cafés, para hacerme 
estremecer...

Si ella supiera como ha tocado
mi vida, si ella siquiera sospechara
la intencidad del amor que en
mi ha provocado, es posible
que quizás me amará por lo menos
la tercera parte que yo.
Oxwell L'bu copyright 2018