miércoles, 6 de febrero de 2019

***La princesa de papi***

***La Princesa de Papi***
En los brazos de tu padre no
había princesita más linda que tu,
tu eres la niña de sus ojos y tu
nombre sigue tatuado en su corazón.

Mas el tiempo que nunca es aliado,
impetuoso te arrebato de su lado
y hoy está aquí junto a mi…

Sé que no soy el mejor partido
ni el príncipe que él hubiera querido,
pero el corazón que nunca actúa
en conjunción con los sentidos,
hizo que te fijaras en mi…

Tu madre me ve con desdén
y no la culpo pues sé que soy
el que se lleva la perla más hermosa,
esa por la que ella aposto la vida.

¡Ojala! Les pudiera prometer,
sin que el diablo se venga
a entrometer…

Pero solo soy un ser humano,
que te espera en un altar,
para decirte princesita yo te amo.

¡Ojala! Mas que hacerte mi mujer,
puedas ser mi amiga y compañera,
ser la reina que corona mi corazón
y la madre de príncipes y princesas.

Tú lo sabes bien…Soy heredero
de las costumbres y la cultura,
mas me pondré la armadura
del amor y la comprensión…
Pues yo también fui un príncipe
en los brazos de mi madre.
Oxwell L'bu copyrights 2010

***El tono de su voz***

***El tono de su voz***
Cada tarde ella lo esperaba,
contando los minutos,
con el alma alborotada
y su alma de niña,
profundamente enamorada.

Porque cada encuentro
era escribir algo así como
un hermoso cuento,
donde florecía su amor;
pues si estaba junto a él,
la vida cobraba un nuevo
resplandor.

Pero si se retrasaba
y peor aún sino llegaba,
la niña se desesperaba,
pues el nunca se atrasaba,
y sin exagerar lloraba,
porque aunque su vida
apenas comenzaba,
para su amor cada minuto
contaba.

Miraba el reloj, se asomaba
a su ventana, para ver si él
se asomaba en la calle amores,
allí donde las flores,
estaban en plena primavera.

Pasaban 10, 20, 30 minutos
y ella no lo dudaba,
salía con el cambio en la mano,
hacia aquel teléfono público,
que casi siempre estaba ocupado.

Se desesperaba esperando
poder hacer esa llamada,
se enfadaba si no le contestaba,
cambiaba el tono de su voz
es que la chica estaba enamorada
y solo aquellos encuentros de novios
de manita sudada y besitos de pescadito,
le daban paz a su alma y provocaban
ese brillo de su mirada.

Ella que para ese encuentro
se preparaba, se ponía ese perfume
dulce y seductor,
le brotaba esa sonrisa,
mientras se bañaba a toda prisa
y se pintaba los labios de amor.

Pero como suele pasar,
a veces esos encuentros,
se suelen postergar,
por cosas del destino
o esa rutina de la vida;
pero cuando se daba ese
reencuentro, sus corazones
latían de contentos
y celebraban su amor.
Oxwell L’bu copyrights 2019

***Libro de poesía***

***Libro De Poesía***
Para ella fue como una
revelación aquel día…
En que a sus manos llego
aquel libro de poesía.

Al principio lo vio
con cierto desdén…
Porque pensó que ella
nada tenía que ver con el.

Pasaban los días y el libro,
seguía allí abandonado,
ni tan siquiera una ojeada
le había dado…

Pero llego el momento en el
que la azotó el tormento
de la rutina…
Y la apuñaló el estío.

Tomo el libro entre las manos,
más por curiosidad que otra cosa
y lo empezó a leer como quien,
acaricia las palabras.

Desde aquel momento,
se pasa día y noche,
leyendo la poesía a pesar
de que ha escuchado más
de un reproche…

Devora uno a uno los versos,
como quien come un racimo
de uvas…
Se bebe cada palabra como
quien se deleita con la miel.

Haciendo suya cada frase,
cada verso…
Como quien quisiera
apoderarse del universo.

Cada vez que toma el libro,
acaricia el nombre del autor,
preguntándose si será un joven
o ya un interesante señor.

Pues lo que empezó como
una mera admiración,
se convirtió en una bella
ilusión que empezó a hacer
estragos en su corazón.

Es que sea enamorado,
como ella nunca lo había
sospechado…
Como nunca había imaginado.

Todos han notado,
que ya no es la misma,
advierten que ha cambiado
y se preguntan ¿Quién será?
El afortunado.

Le preguntan, pero ella
no responde absolutamente nada,
porque ¿Quién? Puede entender
el misterio del sentimiento de una mujer.

Porque ella ha visto más allá
de sus letras…
Lo ha intuido más allá
de sus versos…

Ya que el poeta sin saberlo,
en cada verso, en cada frase,
en cada palabra ha puesto
al descubierto su corazón.

Ella al leerlo se llena
de emoción…
Pues con su poesía le
ha acariciado el alma.

Ella ha descubierto sus emociones,
a escudriñado su corazón
y a descubierto una luz que
hasta ayer no conocía…

Ella lo ama atreves de sus
palabras…
Pero lo ama a él más que
a sus versos…

Porque su poesía no es más
que el reflejo de lo
que ha sido escrito en su alma
Oxwell L’bu Copyright ©2011