Vi a la luna asomándose,
entre las cortinas,
de dos nubes blancas
y me preguntaba,
si cuando desnuda su
timidez, le da por hablar.
Porque ella bien,
que te podría contar,
de mis noches de desveló,
acariciando ese anhelo,
de volverte a abrazar.
Pues ella sabe mis secretos,
conoce de mis verdades
y de esos sentimientos,
que al caer la noche,
no consigo ocultar.
Ojalá ella fuera cómplice
de mis sentimientos,
ojalá ella que ha sido
mi confidente,
una noche de repente,
te arrancará un suspiró
y lo pusiera en mis manos,
para que luego, yo lo guarde
en mi corazón.
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