viernes, 17 de julio de 2020

Quería escribir, su propia historia...

Para ella el amor sólo existía,
en esas historias traídas de los
cuentos de Adas...
Para ella el romanticismo,
no era más que cinismo,
hecho canción o poema
de algo que no existía.

Hasta que un día,
de una forma tan inesperada,
una mano le apretó el corazón 
y sin la menor precaución 
le cambió su mundo.

Ahora las canciones que antes,
no le dijeron nada, la hacían 
llorar de emoción...
Ahora era ella quien escribiría 
su propia historia de amor
y se decía, que no lo perdería 
por miedo o cobardía...
Porque en el encontró el amor,
que espero toda su vida.

A fuerza de costumbre,
aprendió a vivir resignada,
sin esperar de la vida nada,
que no fuera lo establecido,
con lo que por obligación 
se había comprometido.

Sus días eran grises,
sin mayores matices,
que los que pinta la rutina;
pero ese día en su horizonte
se puso el sol y con claridad
pudo ver que aquello no era vida,
más bien entregarse sin amor,
era como propinarse una herida.

Pero ahora tenía el coraje
para luchar y salir a conquistar,
lo que realmente quería...
Ahora le sobraban razones,
pues lo que sentía era algo más
que puras emociones.

Soñaba con sus besos y caricias
y solo de imaginarlo se estremecía,
es que ahora quería, besar y volar,
hacer el amor con amor y que el
le escribiera versos sobre la piel.

Ahora ya no se conformaba,
con ser lo que la costumbre le decía,
ahora quería darle rienda suelta,
a eso que desde niña sentía 
en su corazón, quería escribir
su propia historia.
Oxwell L’bu copyrights 2020

Mis castillos...

Mis castillos no eran de arena,
eran de barro, de esos que se 
endurecen cuando les da el sol
y te dejan rastros en las uñas...

Eran quimeras inalcanzables quizás,
pero que te hacen caminar y no
seder ante el miedo a la incertidumbre;
eran sueños de un hombre que sueña 
con los ojos abiertos y con las manos
en el arado.

Eran ilusiones que no se desvanecen,
porque viven en el corazón,
eran más que versos sobre el papel,
era poesía sobre la piel...
Poesía por la vida, por el amor
que al final, es quien nos hace trascender,
aún en medio de esa soledad acompañada.
Oxwell L’bu copyrights 2020

Rumbo al mar de la eternidad...

Tuvo el amor entre sus manos,
lo siento correr como agua de manantial,
era tan eterno su caudal...
Pero quiso contenerlo y como flor
que se corta se fue secando entre
sus manos.

Ella decía que lo amaba,
pero su amor, era un amor 
sin renunciar, en el que todo
debería de girar en torno a ella;
un amor con seguridades y garantías.

Pero eso no es amor...
Porque la propia vida es un riesgo,
porque la vida es una aventura 
sin garantías, donde se decide vivir
con intensidad o se deja pasar,
pensando que vendrá otra oportunidad.

Hasta que llegó el día, en que 
sus arrogancias bajaron como la marea
y sus vientos impetuosos se calmaron
y lo buscó pero ya no lo encontró,
su manantial se fue rumbo al mar
de la eternidad...
Oxwell L’bu copyrights 2020

Como un bello amanecer...

Como un bello amanecer 
despertó a la vida
con sus días de sublimes
alegrías, con la frescura
del rocio de la mañana.

Al dar el medio día,
en su rostro irradiaba
como flor la alegría 
y en sus ojos tenía el reflejo
de un espejo.

Al atardecer se sintió mujer 
empoderada y pensó 
que nada podía detenerla
y se reveló incluso contra
su propio corazón.

Al anochecer, llegó la soledad
a abrazarla, ella quiso soltarse,
pero se dió cuenta que fue
ella quien la invitó a su vida.
Oxwell L’bu copyrights 2020

***Ella***


***Ella***
Temblando de la impaciencia,
esperándola…
Con esas ansias de darle un beso
y sentir su calor.

Dicen que lo nuestro,
no puede ser amor,
porque a nuestra edad,
es todo pura ilusión.

De ser así que le den explicación,
a todos esto que está sintiendo
mi alocado corazón,
pues no puede ser solo ilusión.

Que puede ser ese torrente,
corriendo por mis venas,
como lava que me quema
y reactiva mis sentimientos.

Que puede provocar esta agonía,
que siente la vida mía,
si ella ya no está,
sin la luz de su presencia.

Que pueden ser estos
pensamientos recurrentes,
que bailan en mi mente
en torno a ella.

Que puede provocar esta
pasión desenfrenada,
a la que le pongo frenos,
para no ofenderla.

Si para mi primero es ella,
mi mundo es ella
y con su complicidad,
tocare una estrella.
Oxwell L’bu Copyright ©2012

No se escribir poesía...

No sé escribir poesía, tampoco podría escribir en un pentagrama una melodía… Aun así en la limitación de mis palabras, este sentimiento en las noches frías te abrigaría, en tus dudas pondría certeza, en tus temores luz porque este amor no se nutre de deseos, ni lo sustenta la pasión, ni es un soplo de emoción, sino una decisión de amarte…