Que se haya extraviado
en ti, mi mirada y se vaya
tras de ti como ave que
encontró su nido;
que el evocarme te robé
un suspiro y busquemos
encontrarnos, podría
ser coincidencia.
Que nuestros cuerpos
se ericen y tiemblen
sólo con el rose,
que nuestros labios
se busquen y que
nuestro lívido tenga
esa reacción espontánea,
podría ser coincidencia.
Que la vida haya cruzado
los caminos, para crear
un único destino y que
bebamos del mismo vino,
podría ser coincidencia.
Pero que te ame, con un amor
sublimé y profundo,
sin apenas conocerte,
no puede ser coincidencia,
verlo así, sería negligencia.
Porque el amor, no sucede
sólo porque si, no responde
a caprichos, porque encontrarse
y reconocerse, no puede ser
pura casualidad, ya que es la
mayor verdad de la existencia.
Oxwell L'bu copyright 2018
