sábado, 27 de julio de 2019

Cuando te pienso...

Cuando te pienso...
Me anochece pensando en ti
y en mis noches obscura,
las pupilas de tus ojos son
como dos lunas, que me seducen,
que me enamoran.

Y mi alma se empieza a elevar,
mi cuerpo parece levitar
y mis sentidos son anulados,
por el ímpetu de un sentimiento,
que gravita como luciérnaga
en torno a la luz de tu mirada.

Y en ha lugar, donde tu recuerdo
me hace llegar, no quisier nunca
Tenerlo que dejar, porque allí siempre
estás, tan cariñosa que te transformas
en mariposa.

Pero la magia termina y tengo que regresar,
entonces con mis manos me aferro ha
ese cielo y tomo pedacitos de el,
que se transforma en mariposas azules,
que son fieles testigos del amor
que te profeso.
Oxwell L’bu copyrights 2019

***Dichas, dichosas***

***Dichas, Dichosas***
Quien iba decir que tras esta procesión,
de años y eventos que se repiten…

Que después de provocar en mas
de una ocasión bocados de hiel,
a un conserve ese sabor a miel,
de los buenos momentos…

Que dicha para el que necesita
tan poco para ser feliz…
Porque a cada instante puede serlo,
pues para a él la felicidad es compañía,
no una quimera que se columpia sobre
en una estrella…

Que dicha para aquel que no necesita nada,
pues no hay afán que lo fatigue,
en esa maña  estéril de acumular cosas
para que luego le estorben.

Que dicha la de aquel que ve a Dios en
todos sus hermanos porque no acula rencores,
¡Cuanto lo ha de amar el creador!.

Que dicha la de aquel que sabe dar,
pero dar con alegría y como dice
Madre Teresa “Hasta que duela”
porque ese dolor luego pasa pero
la alegría le pone su marca…

Que dicha la de aquel que escribe
y no recibe un salario…
Porque Dios no permitirá que le
falte el pan diario…

Dichoso aquel que canta aun sin tener
un escenario, ni luces que lo iluminen,
porque su alma se ilumina con el aplauso.

Dichoso aquel que se hace a un lado para
que sea protagonista la vida,
porque ella nunca lo pondrá en segundo plano.

Dichoso aquel que ama y no porque lo amen,
y no por las cualidades, si no a pesar de la
ausencia de ellas…

Dichoso aquel que aprecia la belleza que
se esconde y no la que brilla,
porque cuando ella se manifiesta
¡Es tanta la alegría!

¡Carajo! ¡Que M…! Si con tan poco
se puede ser feliz porque aun existen
las guerras…

Que dichoso soy cuando escucho una canción
De Serrat, Cabral, Cortez, Sabina o Arjona,
Porque en sus liricas encuentro los ecos de
latidos de mi corazón...

Que dichoso soy cuando leo los versos de Martí,
Borges, Neruda o de los poetas desconocidos,
porque son versos que desgarran el alma.

Que dichoso soy cuando leo las historias de
Miguel Ángel Asturias, Vargas Llosa, García Márquez
o de autores ignorados…
Porque me hacen recordar que la imaginación
y el arte no son flores marchitas…

¡Puchica mucha! ¡Porque dejamos que cosas
efímeras y estúpidas nos secuestren la identidad!

Que dicho es aquel que no se alinea con los que
condenan, con los que odian, con los que señalan,
porque la vida no los vera marchar sobre sus ruinas.

Que dicho aquel que se da cuenta que es dichoso,
porque dará sin miedos ese salto a la eternidad.
Oxwell L'bu copyright 2011