domingo, 1 de mayo de 2011

***Los Versos de Un Quijote***


***Los Versos de Un Quijote***

No hay en mis palabras sabiduría,
ni siquiera la belleza de la poesía,
esa que enciende luces en medio
de las tinieblas…
Esa que pone miel cuando la hiel
ha amargado el alma…

Como quisiera poder rimar con la
maestría que pone a las letras a bailar,
como quisiera escribir versos con la
estética y belleza que la trasforma en arte.

Pero dicha gracia me fue vedada
y en vez de ello la vida me dio sueños
donde las letras le cantan al amor nadando
entre lagos azules que se besan con el cielo.

Son frases que como Cisnes danzan en el infinito,
con aromas a jazmines donde se besan los delfines,
donde los nubes son gradas para subir al cielo
y las estrellas son los ojos que parpadean
para llamar la atención de la luna.

Quizás mis versos no sean más que el producto
de una sinestesia que como anestesia mitiga
las desventuras de la vida…

O será que son una manifestación de esa dimensión,
donde el silencio canta y los tulipanes son
eternos invitados…

Sé que si dejara de escribir quizás nadie lo extrañaría,
porque muchas veces lo que escribo es flor de un día,
que conforme avanza el calendario cae al olvido.

Pero esa agitación de mi corazón…
esa alegría que se conjuga con el asombro,
no hay sustancia en este mundo con la que
se pueda alcanzar pues de vez en vez
me pone a levitar...

Alterando mis neuronas y la proporción
de melatonina que renuevan cada día mi existir,
son emociones que ponen a mi corazón a latir…

Quizás mi palabra solo se un Quijote que a su
Dulcinea no termina de enamorar,
o tal vez sean los versos que nadie se atreve
a recitar…

Versos Quijotescos que navegan en el aliento
de su amada que como una niña ilusionada,
espera a su bohemio como si fuera el genio
que se le aparece en la lámpara.

Quizás mis versos no congreguen cuartetos
de violines…
Quizás solo sean los intentos de un aprendiz
que intenta con palabras verte sonreír,
porque tu sonrisa es el sol que vino a iluminar
mi corazón.

Oxwell L’bu
Imagen: Internet

***Un Verso Peregrino***


***Un Verso Peregrino***

De la misma forma que el peregrino
sabe que emprende un viaje sin destino,
así las palabras, frases y versos que brotan
se su pluma no llevan nada más que la
intensión de ponerle alas al corazón.

Corazón que vibra en cada amanecer
y al llegar el atardecer sé llena de esperanzas,
que son como vientos que le silban al oído,
melodías que se tornan en canciones.

Que son como mariposas recién amanecidas,
en el jardín de los amores donde los aromas
de las flores las despierta de su letargo.

Cual si fuera un dardo una a una las palabras
se clavan en su corazón conjugándose con
verbos que viajan en las estrellas,

Que caen como estrellas fugaces y se estrellan
en una hoja de papel que brilla delante de el
cual si fuera un sol…

Segado y extasiado ante el encuentro,
abre los ojos del alma…
Esos que solo se pueden abrir cuando
el corazón por un segundo deja de latir.

Pero luego se acelera a mil y anula los
pensamientos y despierta a los sueños,
sueños que van por el infinito sin atarse
a dueños o ha ideales…

Y así ciego y vidente, cuerdo y demente,
los versos se abren paso y toman un
pedazo de su alma.

El cual es una ofrenda a esa gratuidad,
que se disemina como gracia en una hoja
de papel que se tiñe con el azul del infinito.

El ama tanto esos versos no porque sean suyos,
porque ¿Quién puede apropiarse de lo que se
ha recibido? ¿Quién puede esconder esa llama
en el bolcillo del pantalón sin quemarse?

O lo que sería peor apagarla dejando en la
obscuridad a su propia alma…
Alguien le pregunta: ¿Cómo es el poseso?

¿Cómo es que se puedan atrapar los verso
cual si fueran mariposas?
El se queda cayado, pero la voz insiste.

Él le dice: Hay tantas cosas bellas cerca de ti
que existen, pero como no las puedes palpar
o ver las ignoras…

 Y te olvidas que existen otras dimensiones,
que van más allá de las emociones
O lo que crees sentir porque cuando orando
empiezas a pedir, no estás orando…

Porque orar es escuchar en la profundidad
del silencio…
Quizás no comprendas lo que escuchas
o pienses que no escuchaste nada.

Pero al llegar la alborada lo que no veías
en al anochecer toma forma al amanecer…
Y comprenderás que todo inicia cuando
paso junto a ti un verso peregrino.

Oxwell L’bu
Imagen: Internet