martes, 16 de noviembre de 2010

***Mariposas en el Vientre***


***Mariposas en el Vientre***


El rostro lleno de luz
una sonrisa angelical,
no tenía ni quince años,
cuando una tarde cualquiera
la vida llamo a su puerta…

Con esa gracias que tienen
las muchachas al caminar,
el vaivén de su falda atraía
las miradas al pasar…

Mas ella ni se daba cuenta
sus sentimientos de mujer
aun estaban durmiendo en
el amanecer de su cuerpo…

Pero un día alguien llego,
quién sabe si fue su voz
o su presencia más al verlo
las mariposas revolotearon
en su vientre…

Su carita de niña se enrojecía
tan solo al escuchar sus pasos
y salía corriendo a la ventana
para verlo pasar escondida tras
las cortinas…

Siempre a la misma hora solo
de imaginarlo las mariposas
en su vientre revoloteaban
y en su corazón sentía como
Si de repente callera un Alca Seltzer.

Pero un día aquellos pasos
ya no los escucho pese a que
seguía esperando asomándose
a la ventana.

Pasaron los días, pasaron los años
llegaron otras ilusiones mas
sin embargo lo seguía esperando
pues se enamoro de un sueño,
un sueño que le robo el corazón.

Oxwell L’bu
Foto Internet

***Luego de la Lluvia... Te Propongo***


***Luego de la Lluvia…te Propongo***



En el horizonte apenas
se formo un arco iris,
la tarde cayendo y el
cielo prendido de azul.

Todo se pinta perfecto
para caminar de la mano,
luego sentarnos sobre
la hierba mojada…



Sentir el aroma de la tierra,
ver como las abejas preñan
a las flores y a las luciérnagas
azules paseándose en el jardín.

Te propongo…Ver las
colinas vestidas de verde,
mientras el agua corre alegre
formando riachuelo que los
niños chapoteando celebran.

Te Propongo …Recostar tu
cabeza sobre una cama de
hierva colmada de flores
y allí soñar despiertos…

Por la cena, no te preocupes
comeremos pétalos de rosas
con aromas a frutas…
Y ese banquete lo acompañaremos
con la bebida cristalina de los dioses.

Te propongo…
Después de la lluvia,
después del banquete,
bailar descalzos sobre
la hierba y que importa
si vuelve a llover…
Tu vestido mojado se ve
mejor sobre tu piel…

Oxwell L’bu
Foto: Internet

***Un Beso Cotidiano***

***Un Beso cotidiano***


Cuento las horas que me
separan de todo aquello
que roba mi atención y
pone a vibrar mi corazón…

El tiempo me hace su mendigo
y el trafico es mi peor castigo,
me obsesiona el pensar que
esta noche cenare contigo.

Te imagino preparando mis
manjares preferidos…
Cuidando que no se manche
tu vestido…

colocando el mantel sobre
sobre la meza, la velas, dos
copas y los cubiertos del lado
izquierdo…

Luego escuchando los piropos
de tu espejo mientras pones
tu perfume preferido sobre
cada talle de tu cuerpo…

Con diez minutos de retraso
toco a tu puerta con mi escusa
a flor de piel…
Tu abres y no me escuchas pues
callas mi boca con tus besos.

La velada es inolvidable
no ha terminado ni quiero
que termine…
Pero casi son las diez y es
hora de partir…

Entonces es cuando comienza
nuestro ritual de despedida,
tú me dices buenas noches
y yo te robo un beso…

Yo te digo hasta mañana princesa
y al verte a los ojos despiertas
esta pasión que esta presa…

Pasión que se me escapa
de las manos y se muere por
recorrer todo tu cuerpo…
Pero sé que debo retenerla
y dormirla con tus besos.

Te digo adiós una y otra vez
reconozco que no me quiero ir…
El perro aúlla cuando te beso
y el gato empieza a marchar
sobre la cama como diciendo:
este es mi lugar…

Oxwell L’bu
Foto: Internet

"Loteria la Huerfanita"

“Lotería la Huerfanita”


(Historias de Guatemala)

Con el calor intenso del medio día y las tardes templadas por esa briza primaveral del mes de abril, la feria llegaba año tras año a la fortaleza natural flanqueada por barrancos y vigilada de cerca por el coloso volcán… La caravana de los camiones transportando las estructuras metálicas de los juegos mecánicos que entraban por la quinta avenida de La Colonia, los patojos los miraban llegar con esa ilusión en los ojos de quien espera una fiesta.

La feria siempre se instalaba en el mismo lugar, justo en el campo que estaba tras el costurero y el salón parroquial; los patojos curiosos se acercaban para observar como de la noche a la mañana la feria se instalaba. Usualmente llegaban un día jueves y empezaban el viernes por la noche y allí estaban las patojas y los patojos viendo como le sacaban el pisto (dinero) a los papas, para subirse a los juegos mecánicos como la rueda de Chicago, el pulpo, las sillas voladoras en fin, sin faltar los futillos(mesas de futbolito) y demás juegos, pero sobre todo el jugar en la mentada lotería…

Justo a las siete de la noche se dejaba escuchar por los altoparlantes la invitación para la primera jugada de la noche con el tono y forma tan particular de decir las cosas, de quien cantaba la lotería: -Suuuuuuuu Loterrria La Huerrrrrrfanita, yyyaaaa esta aquiiiiiiiii, asi que damas, caballeros, niños y hasta el chucho (perro) de la casa están invitados a esta noche de suerte, noche donde la luna y los gallos se desvelan… Así que, a apartar sus cartones, que los premios son de a montones. Algunos llegaban desde temprano para apartar su lugar, otros por el contrario se subían a la rueda Chicago o en las sillas voladoras, donde los muchachos esperaban pacientemente para que el viento soplara a su favor a su favor, para poder tener así una visión más amplia de las piernas y algo más de las muchachas. Los patojos por su lado comiendo chucherías como manzanas forradas de caramelo rojo que parecen cerezas gigantes, las plataninas, los algodones de azúcar de colores, elotes asados, el atol de elote, las tostadas de frijol o de aguacate, los panitos de San Antonio, los chuchitos(tamalitos de elote con carne), sin faltar los que son dulcitos por dentro, dulcitos por fuera , que, que más se puede pedir, los rellenitos….

Otros, tanto patojos, como muchachos jugando futillo o esperando a que pase la muchacha de sus sueños. Por doquier resplandecen los focos de neón y las luces de los juegos mecánicos, se escuchan los gritos de las muchachas y las carcajadas de los patojos y en medio de aquella fiesta se distingue un dejo de tristeza de los que apenas ayer eran patojos y hoy a fuerza de necesidad son los nuevos operarios de la feria. Pues al parecer para la gente de la feria el tiempo corre más a prisa, pues no hay tiempo para ser niño o adolecente, el tiempo apenas alcanza para ganar el sustento… Pero la feria tiene que seguir y la suerte se juega en la lotería de la vida que a veces se parece a la lotería La Huerfanita. Faltan solo 15 minutos para las ocho de la noche y por medio de los altavoces, la voz no deja de invitar, a pesar de que la galera casi está llena a reventar. –Pase adelante que aun hay carrrrrrrrrtones, aun hay espacios para la suuuurteeeeee….Así que le vamos a pedir a la dama de la esquina que se corra un poquito y haga un espacito para los que están entrando, para la primera jugada de la noches en su looooooooterrrrrria La Huuuuuuuuerrrrrrrrrrrfanitaaaaaaaa…

Al dar las ocho empieza la cuenta regresiva’ -Un minuto para que la primera juuuuuuuuugada de la noche empiece, así que vengase volando que esto está empezando, ya la góndola está girando y las pelotitas….En eso interrumpe una voz chillona de una mujer: -Espéreme Don que yo también quiero jugar, por vida suya deme un cartoné… Uno de los ayudantes y fuerzas la acomoda en una banca a la ley de Horacio (pues le queda una nalga en el espacio) y le da las semillas de maíz y el cartón de lotería. –Agora siiiiiiii, damos inicio a la primera jugada de la noche de su loterrrrrrrria Laaa Huerrrrrrrrfanitaaaaaa…

-Jira y jira y jira y jira hasta mirar a la guajira la tómbola de la suerte que eso sí, no pronostica la muerte y sale la primera bolita y es precisamente la reina pelona con cara de anona la muerte, la muerte….Sigue corriendo y va llegando al que cuando llega tarde la mujer con un sartén para darle lo está esperando, el borracho a que pobre mamarracho y la tómbola sigue girando como gira el planeta y sale lo siguiente bolita como un cometa, la escalera, la escalera que si te caes que llamen a la enfermera, la tómbola sigue girando porque la Huerfanita está regalando para que le lleve a la doñita un cazo, el cazo, ya tenemos a gente esperando sus lugares para la segunda jugada de la noches y es que su looooooooterrrria la Huerfaniiiiiiiitaa esta regallloooooooona y mientras la góndola sigue girando y va llegando el más chulo el catrín, el catrín…. Alguien grita: Loteeeeeeeriaaaa, loteeeeeeeriaaaa…Nadie nueva los maicitos de sus cartones damas y caballeros, que vamos a revisar. Y comienza el proceso de chequear una por una las figuras: empieza a gritar una a una el ayudante –La muerte, si afirmativamente la muerte, el borracho, si tenemos el borracho, el tambor, déjeme ver….No el tambor aun no sale…!Ah ¡es que yo pensé uste que era el cazo replica la señora (más de alguien murmura vieja mula). Así que aun no hay ganador y la tómbola sigue girando y la siguiente bolita va llegando y rebotando la sandilla, la sandilla la que alcanza para invitar a la tía la sandia, sigue girando y va llegando el que siempre esta erecto y dispuesto a entrar…No me piense mal caballero porque se trata del soldado, el soldado….Looooteriaaaaaaaa, loooteriaaaaaaaaaaa, nadie se mueva que vamos a revisar y comienza el proceso de chequeo y esta vez sí, si hay lotería, algunos se paran disgustados y se van, otros por el contrario piensan que aun es joven la noche y siguen probando suerte y los que estaban parados esperando se apresuran para sentarse en los espacios vacios y así sigue la noche y seguirán las siguientes 10 noches, los patojas sangrando a los papas y a los abuelos para ir a la feria, las muchachas y muchachos haciéndola el mejor pretexto para estar un poco más tarde en la calle y tener esos encuentros de amor de adolecentes.

Y así año tras año la feria seguía llegando, pero los que apenas ayer eran los niños de la feria en poco tiempo la necesidad los hace crecer a pasan a ser los operarios y los que eran operarios los jubila la vida porque envejecen tan a prisa que siempre les parece que fue ayer…

Oxwell L’bu
Foto: Internet

***A la Mama de a Pie***

***A la mama de a pie***


A esa madre a la que nadie
le envía flores porque ellas
las vende en un mercado
o en un portal…

Esa que rema sin descansar
entre las violentas olas del
del desaliento y la desilusión.

Esa a la que ningún poeta
le rinde sus versos o un
cantor le hace una canción.

Pero que es portadora de ese
aliento divino e inmortal,
esa que todos los días se juega
la vida para sobrevivir y poner
un plato de comida sobre la meza.

Esa que no puede darse el lujo
de sentirse enferma o con pereza,
esa para la que todos los días son
iguales de trabajo y cansancio…

Esa de mirar altivo y cuya dulzura
en sus ojos aun persiste aun que
se vea triste y con los ojos poblados
de ojeras…

Esa que es como la Madre de Dios,
madre y esposa de obreros a quienes
ella sirve…

A esa madre a la que quizás hasta
los propios hijos han olvidado,
o a los que ella sobre poniéndose
a los murmullos de la gente va a
visitar en una prisión.

A esa a la que nunca la llenaron de
honores y reconocimientos,
a esa quiero decirle que ella
es como un beso de Dios.

Oxwell L’bu
Foto: Internet

***Madre de la Soledad***

***Madre de la Soledad***


Como una rosa que florece
en el desierto en medio
de un vendaval…

En tu dolor te clausuraron
todas las salidas posibles
y la única que encuentras
es una ventana de fe…

Tu diste al mundo un bebe
hermoso y angelical
y recibiste de nosotros un
cuerpo sin vida y desfigurado.

Te dijeron será el rey de reyes
mas hoy solo vez en tu mesa
otro lugar vacio…

¿Quién podrá mitigar tu dolor
y tu pena? ¿Quién podrá llevar
a tu corazón consuelo?

¡Oh Madre de la soledad!
hoy los tres corceles tiran
de tu anda, la tristeza, el
silencio y la soledad…

Tu paso por las calles es
lento y cadencioso,
como quien no quiere
llegar a casa…

Porque sabe que ya nadie
le espera…
Porque sabe que hay un
lugar vacio que nadie
podrá llenar…

Oxwell L’bu
Foto: Internet

***Abandono***

***Abandono***


Se sumergió en las aguas
profundas del dolor,
en una total soledad.

Sintiendo que el mismo Dios
le da espalda y no le responde,
busco consuelo en la compañía
de sus amigos íntimos pero
estos estaban dormidos…

Golpeo una y otra vez a las
puertas del cielo y el mismo
no contesto…

Y mientras tanto experimento
una angustia que ganaba terreno,
sintió un pavor mortal que le
retorcía las entrañas.

Veía enfrente a él un desenlace
trágico y agónico que lo llevo
asentir una tristeza de muerte.

Y es que el camino del creyente
es una experiencia de fe…
es caminar sin seguridades
ni garantías…

Es dar ese salto al vacío confiando,
es decir y permitir ese ¡Agacé!
que dijo la Madre y que se torna
en un eco en los labios de Jesús
en Getsemaní…

Caminar en fe es imitar ese acto
absoluto y supremo de confianza
que tubo Jesús…El de abandonarse
en las manos del Padre


Oxwell
Foto: Internet