Hoy amanecí pensando en vos, evocando tu presencia, con el corazón sintiendo tu ausencia...No, no fue que te soñara o que hoy en especial te extrañara, porque ciertamente, te extraño aún, desde antes de tu partida.
Me embriague de recuerdos y nostalgias, me abrace a tu retrato, te acaricie y bese, aún sabiendo que vos, ya no podes sentirlo. Ojalá un ángel me escuchara y te dijera al oído, que estoy bien, pero te extraño, porque mientras respire te extrañare.
Aunque no tuviera tu retrato, yo te llevo tatuada en mi corazón y sabes, trato de vivir plenamente, de encontrar felicidad en las cosas sencillas y cotidianas. Aún sigo tus consejos pese a mi edad, porque hay palabras que son atemporales, por no decirlo eternas. Vos estás siempre en mis oraciones, no solo como una petición, sino dentro de mi acción de gracias, por todo lo vivido y compartido. Yo no sé, si fuiste la mejor mujer del mundo, pero de una cosa estoy seguro, fuiste la madre que este hombre siempre deseó y necesito.
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