viernes, 18 de enero de 2019

🌹🌹🌹El tulipán en la maseta🌹🌹🌹

🌹🌹🌹El tulipán en la maseta🌹🌹🌹
Afuera está nevando y mi tulipán tímidamente observando, sintiéndose en primavera....

Bajo el embrujo de la luna de octubre, construí sus trincheras, para luego colocarlos como pelotones alineados a lo largo del jardín.  Suelo hacerlo de noche, porque es cuando las ardillas duermen y de esa forma no se dan cuenta, donde quedan los bulbos de tulipán enterrados. Pero al parecer, una ardilla sintió insomnio y se desveló y debeló dónde estaban atrincherados algunos de los bulbos.

Esa misma semana al regresar de trabajar, me pude cerciorar de que algunos de los bulbos habían sido desenterrados y al parecer, a la traviesa ardilla algo le impidió, hacerse con el botín y los dejó esparcidos a flor de tierra, yo los recolecté y al entrar a casa los dejé en una maceta, con la idea de volver a sembrarlos la noche siguiente. Y así lo hice, nuevamente los sembré y luego regué el ares, con una mescla de agua y vinagre (pues las ardillas detestan el olor) pero al parecer por descuido o el bulbo andaba evadido y se quedó en la maseta, de lo cual me percaté hasta ya bien enterado Diciembre.

Así que ya nada podía hacer, la tierra ya estaba como Piedra debido al frío extremo y la nieve estaba serca, por lo que decidí ponerle más tierra y dejar que su naturaleza hiciera lo que quisiera. Para mi sorpresa, el bulbo está retoñando parece como un centinela, observando desde la ventana, yo no sé si florecerá o quizás es un vigía del batallón de tulipanes en el jardín, que va en avanzada para informarle al batallón cuando llegue  la primavera.

Tengo la ilusión de verlo florecer y de ser así, sin cortarlo, lo pondré en el altar, donde están los retratos de quienes he amado y ya no están, junto a esa imagen que es símbolo de mi fe.
Oxwell L’bu copyrights 2019
#tulipanes

Los otoaños

***Otoaños***
Me empino la botella
del vino de mis nostalgias,
voy por la vida de tejado en tejado
como un gato sin dueño
y me duermo donde me agarré el sueño.

Porque en mis otoaños los porqués,
salen sobrando, pues solo Dios
sabe hasta cuándo, estaré en este mundo;
ya he perdido mucho tiempo,
dando explicaciones a los que solo
andan de fisgones.

En mis otoaños el amor tiene otro sabor,
será porque la madurez agudiza los sentidos
o el amor se vive en otra dimensión,
esa que implica mente, alma y corazón
y la excitación es mas que una emoción.

En estos años en que uno ve desnudarse
a los árboles, así como a los sentimientos;
en estos años en que las superficialidades
carecen de verdades que las sustenten,
uno las manda a la mierda.

Porque uno ya no quiere perder el tiempo,
con chicas fresas que esperan a un príncipe azul;
uno se niega a seguirle el juego a esos amores
de invernadero, que perecen cuando les llega
el primer invierno…

En mis otoaños, yo ya no espero fechas especiales;
voy por la vida sin planes y sin agenda esperando
que la vida me sorprenda, pues esos momentos
desconocen el calendario y yo quiero vivirlos
a diario.

En estos otoaños quiero salir a caminar sin rumbo,
quiero vivir sin compromisos y si he de tenerlos,
quiero que sea uno solo, solo uno…
El compromiso de ser feliz, pues al final es la
mejor alabanza y acción de gracias.

Yo no quiero flores sin fragancia,
yo no quiero vírgenes por cicatrización,
yo no quiero puritanas que se queden con las ganas,
ya no quiero posponer lo que me hace feliz,
prefiero aplazar esas cosas que siempre me viene a joder.

Porque uno se cree eterno, mientras el tiempo se burla,
uno se cree guapo, sin darse cuenta que el espejo se burla,
uno se siente seguro con el dinero o los bienes acumulados
pero estos no serán nada, si llega una enfermedad,
ya no nos servirán ni para caridad.

En estos mis otoaños quiero cantar esas canciones,
que en mi juventud me dicto el corazón,
quiero volver a transitar por la “Calle Amores”
y robarme flores, en la ciudad de piedra,
esa que me hace suspirar, cuando recuerdo
a “Antigua Sin Ti’.
Oxwell L’bu Copyright © 2016