martes, 17 de septiembre de 2024

“Hace como que no ve I…”


quisiera volar, sin saber 

cómo aparentar 

que esta sola.


Me ha observado 

más de lo normal,

eso en ella no es natural,

porque siempre anda 

con prisas.


Al verse por mi sorprendida,

huyó como presa herida 

y en la prosa se se le 

rompió el tacón 

de su zapato.


El destino ingrato,

la detuvo por un rato

y un gato se paseó 

entre sus piernas;

ella sin saber que hacer.


Yo me acerqué para

ofrécele ayuda,

pero fue tan grande 

su locura, que me grito:

No te acerques!


Luego se puso a llorar,

yo la quise consolar,

pero el garo de pronto 

me quiso atacar.


Ella, ya no supe

que decir,

solo me pidió 

que alejará al gato,

más el como garabato,

me amenazo,

entonces ella a mi se abrazó


Luego de un rato

se calmo y me agradeció,

yo caballeroso me

ofrecí a acompañarla.


Y así empezó aquella

charla, que hoy me tiene aquí,

frente a su portal,

con un ramillete de

tulipanes.


El gato me ve de reojo,

sus celos son evidentes 

y como no

giba a hacer así,

si yo la conquiste,

cuando lo espante 

y le sonreí.

Oxwell L’bu copyrights 2024

#gato

#orgullosa

Ese amor…

 Ese amor que tanto espero,

por el que de niña desesperó,

de repente le llegó,

como un viento impetuoso que

el techo de sus seguridades,

se llevó.


Y la dejo en la intemperie,

contemplando horizontes,

contando las estrellas;

no le ofreció la luna, pero está 

se hizo cómplice de ese amor.


Amor que es más intenso 

que el enamoramiento,

que dura solo un momento,

amor que supera a cualquier

ilusión del pasado, porque

a su lado, como nunca amó.

Oxwell L’bu 

Su aroma…

 Ella llevaba su aroma no solo en la piel,

lo tenía curtido en el alma;

en su pupila llevaba el brillo de su reflejo 

y cuando se miraba desnuda al espejo,

descubría las huellas de sus caricias.


Su boca el elixir del amor eterno,

aunque los demás la condenan,

a las llama eternas del infierno,

Pero no saben que el amor no condena,

sino que libera....

Oxwell L’bu 

Eran amigos…

 Eran amigos con derecho

y de echo no lo ejercían,

por respeto o pudor

o porque ambos creían 

en el amor.


Ella le decía, que la soledad

no siempre es buena compañía,

pero cuando lo vio acompañado,

sus verdaderos sentimientos 

quedaron al descubierto.


Se sintió celosa...

Se sintió pérdida y afloró una herida

y se juró que se ella no moraría,

que lo reconquistaría, porqué 

ella sentía aquello en su corazón.

Oxwell L’bu 

No es que la luna…

 No, no fue que la luna

anduviera de chismosa,

pero no podía callar, aquel amor

del que era testigo.


Así que aquella noche,

se vistió de luna llena

y escribió con su crayón 

de labios: el te ama...

Oxwell L’bu