“Que manera de odiarme”

 “Que manera de odiarme”

Tu que andas huyendo 

de la soledad,

tu que hubieras preferido 

el no conocerme,

que ahora tener que 

olvidarme.

Tu que  me odias,

con toda tu alma

y tienes un corazón virgo,

que aún no ha abierto 

el diastólica y el sístole,

para que lo penetre 

el amor.

Tu que me odias 

a nomas poder, joder!

y no lo disimulas,

eres tan descarada ,

que me preguntó 

como ira ha ser,

cuando estes enamorada…

Que manera de odiarme,

que no consigue disimularle,

al presbitero que te confianza

y para desagraviar te manda 

a rezar y en ese momento,

se acuerda de mí

y una sonrisa pícara,

ilumina tu rostro

y siente que ya te han

perdonado…

Yo tu metáfora indeseable,

tu prosa poco amable

y tu verso indescifrable;

tu mi crucigrama

sin solución, confesión 

sin absolución.

Oh mujer! Cuanto me odias, 

que lees mis versos, 

para alimentar

tus críticas que son 

como dardos que le 

lanzas a un hombre 

crucificado que está

de ti enamorado.

Oh mujer! Me gusta 

que me odies, 

con tanta abnegación,

pues está a punto tu corazón 

de cruzar ese  laberinto,

que te hará ver

todo distinto.

Me gusta que me odies, 

así con tanta pasión, 

porque si  es cierto,  

que del odio al amor 

hay un solo paso,

tu  estás a punto de darlo.

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