“Cartas en otoño 62”
(Cuando el árbol es desnudado)
La juventud es efímera, como la primavera, pero deja huellas qué hay que preservar…
Así como el viento va deshojando al árbol, así el tiempo va deshojando nuestra vida, nos va quitando esa belleza del verdor de la juventud y va dejando al descubierto la belleza del alma.
Sabes amigo, en el otoño de la vida y de nuestra vida, poco a poco se va mostrando esos nuevos colores y esas flores que brotan cada día y nos llenan de alegría. Si, lo sé, los más jóvenes dirán que estamos romantisando la vejez, pero es que no vez, en la juventud con la profundidad que puedes ver ahora. Pues la sabiduría supera con creces a esas cosas de la juventud, esas cosas por las cuales nos afanamos y con el tiempo abandonamos.
Me gusta el otoño, el otoño de mi vida pues lo que antes era confusión, ahora tiene esa claridad que le da la luz de la experiencia. Pues hoy la paciencia es esa virtud que no cultivamos en la juventud.
Por algo aún estamos aquí, cada arruga denota el camino que hemos recorrido, aún estamos aquí no solo para recordar, sino para vivir intensamente.
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#Permite que tu espíritu crezca como lo hace el árbol desnudo, que en silencio espera, porque la vitalidad corporal que vas perdiendo, el espíritu la va adquiriendo…
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