viernes, 11 de mayo de 2012

Tu eres Mi Viagra


Una pareja en su plena madures, se acarician con la mirada, ella suspira y le dice: Tu eres la estrella de mis noches y el sol de mi amanecer.  El la mira con ternura, toma su mano y le dice:  tu para mi eres la renovación de mi pasión, pues eres como el viagra de mis noches y mis amaneceres…


Esa que rema sin descansar
entre las violentas olas del
del desaliento y la desilusión.

Esa a la que ningún poeta
le rinde sus versos o un
cantor le hace una canción.

Pero que es portadora de ese
aliento divino e inmortal,
esa que todos los días se juega
la vida para sobrevivir y poner
un plato de comida sobre la meza.

Esa que no puede darse el lujo
de sentirse enferma o con pereza,
esa para la que todos los días son
iguales de trabajo y cansancio…
en sus ojos aun persiste aun que
se vea triste y con los ojos poblados
de ojeras…

Esa que es como la Madre de Dios,
madre y esposa de obreros a quienes
ella sirve…

A esa madre a la que quizás hasta
los propios hijos han olvidado,
o a los que ella sobre poniéndose
a los murmullos de la gente va a
visitar en una prisión.

A esa a la que nunca la llenaron de
honores y reconocimientos,
a esa quiero decirle que ella
es como un beso de Dios.Esa de mirar altivo y cuya dulzura
en sus ojos aun persiste aun que
se vea triste y con los ojos poblados
de ojeras…

Esa que es como la Madre de Dios,
madre y esposa de obreros a quienes
ella sirve…

A esa madre a la que quizás hasta
los propios hijos han olvidado,
o a los que ella sobre poniéndose
a los murmullos de la gente va a
visitar en una prisión.

A esa a la que nunca la llenaron de
honores y reconocimientos,
a esa quiero decirle que ella
es como un beso de Dios.Esa de mirar altivo y cuya dulzura
en sus ojos aun persiste aun que
se vea triste y con los ojos poblados
de ojeras…

Esa que es como la Madre de Dios,
madre y esposa de obreros a quienes
ella sirve…

A esa madre a la que quizás hasta
los propios hijos han olvidado,
o a los que ella sobre poniéndose
a los murmullos de la gente va a
visitar en una prisión.

A esa a la que nunca la llenaron de
honores y reconocimientos,
a esa quiero decirle que ella
es como un beso de Dios.Esa de mirar altivo y cuya dulzura
en sus ojos aun persiste aun que
se vea triste y con los ojos poblados
de ojeras…

Esa que es como la Madre de Dios,
madre y esposa de obreros a quienes
ella sirve…

A esa madre a la que quizás hasta
los propios hijos han olvidado,
o a los que ella sobre poniéndose
a los murmullos de la gente va a
visitar en una prisión.

A esa a la que nunca la llenaron de
honores y reconocimientos,
a esa quiero decirle que ella
es como un beso de Dios.
Oxwell L’bu Copyright ©2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario