miércoles, 23 de febrero de 2011

***Hoy que no Tengo Nada que Decir***

***Hoy que no tengo Nada que Decir***


Envié más de mil cartas
y todas las recibí de regreso,
el cartero aducía que la dirección
del destinatario no existía…

Para no caer en discusión,
las recibí un poco incrédulo,
un poco nostálgico…

Puse mi casete de Perales
ese que como me gusta,
una a una las fui abriendo y las
fui leyendo como quien escudriña
correspondencia ajena.

Una a una pasaron por mis manos,
mientras las canciones una a una
se iban sucediendo…

De repente mi lectura tuve
que interrumpir para darle
vuelta al casete.

Aquellas cartas eran letanías,
que entre rogando y recordando
hablaban de algo que fue y se esfumo.

Por una parte me alegre de que
llegaran sin llegar…
Porque de haber llegado quizás nunca
me abrías contestado.

Me pregunte: ¿Cómo puede ser un
sentimiento tan necio? Que tolera
cualquier desprecio incluso el del silencio.

Seguí escuchando a Perales y de repente
me broto una sonrisa de esas que se dan
cuando afloran los recuerdos.

Termino el casete y yo aun no termino
de leer aquellas cartas…
Que más bien son testamentos
que atestiguan mis tormentos.

Y lo más gracioso de todo es que
si estuvieras hoy frente a mí,
no tendría nada que decir,
pues soy como una pluma
que ha agotado la tinta…


Oxwell L'bu
Imagen: Internet

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