Aún un ciego, podría saber, cuando pasas, que eres toda una mujer, porque a las flores, el aroma las delata y una mujer como tu, es como el sol al medio día.
Tú eres mi plenitud y quien a puesto en mi corazón tanta gratitud, pues como no sentirse bendecido, si entre millones de personas te he conocido y el cielo a conspirado, para que de mi te hayas enamorado.
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